Eliana Moratiel | [email protected]
La enfermedad viral afecta mayormente a quienes viven y/o trabajan en zonas rurales. Cómo prevenirla y la importancia de la vacunación.
Eliana Moratiel | [email protected]
La Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA) o mal de los rastrojos es una enfermedad viral causada por el Virus Junín que se encuentra en la región que abarca las provincias de Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Buenos Aires y afecta principalmente a las personas que viven, trabajan o visitan las zonas rurales.
A principios de octubre, se llevó a cabo la Reunión Anual del Programa de Control de la Fiebre Hemorrágica Argentina en Rosario en la que profesionales y autoridades de las provincias dentro del área afectada por la enfermedad analizaron la situación epidemiológica y discutieron posibles estrategias de prevención.
En el marco del encuentro, se dio a conocer que fueron 13 los casos confirmados de FHA durante 2018, de los cuales 5 fueron fatales.
En territorio santafesino ocurrieron la mayoría de los casos (9), de los cuales (3) fueron de Pérez, (2) de Rosario y las localidades de Álvarez, Casilda, Empalme Villa Constitución y Granadero Baigorria tuvieron un caso cada una.
El resto de los casos confirmados tuvieron origen en Pergamino (1) y San Nicolás (1) en la provincia de Buenos Aires y Córdoba (1) y San Antonio de Litín (1) en la provincia de Córdoba.
Se informó también, que durante el 2019, hubo casos en Cañada de Gómez, Fighiera y Las Rosas, entre otras localidades.
¿Qué es la FHA y cómo prevenirla?
El virus que provoca la Fiebre Hemorrágica se encuentra en el ratón maicero (nombre científico Calomys musculinus). Es un roedor pequeño que mide entre 6 y 8 centímetros que elimina el patógeno a través de la saliva, orina y materia fecal contaminando el medio ambiente en el que viven. La transmisión al hombre ocurre principalmente por vía respiratoria o a través de pequeñas heridas en la piel o las mucosas.
“Generalmente esta enfermedad afecta a quienes viven o trabajan o visitan las zonas rurales. Incluso en los últimos tiempos se están viendo una mayor cantidad de casos de gente que vive en el medio urbano”, señaló Marcos Grigioni, referente en prevención y salud agropecuaria que participó del encuentro en Rosario.
En la reunión, - explicó Grigioni -, se hizó hincapié en la importancia de hacer una consulta precoz ante la aparición de los síntomas, muy similares a los de una gripe: decaimiento general, fiebre, dolor detrás de los ojos, mareos, dolores musculares, falta de apetito, etc. “Es muy importante concurrir rápidamente al médico sobretodo si ha estado en contacto con el medio rural. Siempre recordándole al médico que se estuvo en lugares donde hay roedores o que se estuvo en el campo, para que el profesional este alerta a la posibilidad de que la persona tenga FHA”, agregó el médico que actualmente trabaja en la prevención de esta enfermedad con 6 cooperativas agropecuarias, capacitando a productores y camioneros, sumando desde hace 2 años la capacitación a mecánicos de concesionarios de maquinaria agropecuaria, que también son un grupo de riesgo importante.
Entre las recomendaciones para prevenir el contagio elaboradas por el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas, se destacan:
-El uso de calzado cerrado guantes, y ropa que cubran la piel para trabajar en el campo o en la huerta, realizando luego de la actividad una higiene cuidadosa de las manos y un cambio de ropa.
-Evitar llevarse tallos a la boca, no acostarse directamente sobre el pasto, ni sobre bolsas de semillas.
-Ventilar las habitaciones y galpones que hayan estado cerrados largo tiempo por lo menos una hora antes de ingresar y limpiarlas evitando generar polvo.
-Mantener desmalezado alrededor de la casa y el galpón, así como los bordes y debajo de los alambrados, aguadas de los molinos, montes frutales y caminos de acceso a la vivienda.
-No eliminar a los enemigos naturales de los roedores como las lechuzas, lechuzones, chimangos, caranchos, etc.
En la vivienda rural:
-Mantener el pasto bien corto por lo menos hasta 30 metros de la vivienda para evitar que los roedores se acerquen a ella.
-Utilizar recipientes cerrados para almacenar granos, alimentos para animales, basura y desperdicios.
-Mantener limpios los galpones, tinglados y sitios donde se guardan las máquinas u otros implementos
-Tapar los agujeros de las viviendas y galpones para que no puedan entrar las lauchas.
-Hacer la huerta lejos de la casa y mantenerla desmalezada.
La vacunación, esencial
“Las estadísticas que manejamos históricamente señalan que el porcentaje de gente que se vacuna sigue siendo bajo en proporción de la población que está en riesgo”, advirtió Grigioni. Las campañas de vacunación contra la fiebre hemorrágica se siguen haciendo en muchas localidades y hay hospitales y centros de salud que tienen durante todo el año un día fijo de la semana para la vacunación. Es importante que la gente que habita la zona endémica tenga presente que en todos esos lugares se pueden vacunar”.
La vacuna para prevenir la FHA (Candid 1) tiene una alta eficacia, (de más del 95%), se aplica a mayores de 15 años y se requiere una sola aplicación en la vida para estar protegido. “Todos los casos de FHA que se dieron el año pasado fueron de personas que no estaban vacunadas, lo que habla de dos cosas: primero de la importancia de vacunarse y segundo de la gran seguridad y eficacia de la vacuna, resaltó el médico.
“Cadena solidaria”
El tratamiento para la Fiebre Hemorrágica Argentina requiere de una detección temprana de la enfermedad y de la administración de plasma de convalecientes, es decir de las personas que se han curado de FHA. Cuando los enfermos son tratados durante los primeros días, la mortalidad es menor al 1%. En cambio si se demora, la mortalidad se eleva al 30%. La única forma de obtener plasma de convalecientes es mediante la colaboración de las personas que habiéndose curado, donan su plasma. (ver mapa para localizar los centros de vacunación y bancos de plasma).