Según el analista Miguel Gorelik, la "foto" de las exportaciones de carne bovina en agosto no se corresponden con "la película" que protagonizan los frigoríficos argentinos, condicionados principalmente por el atraso cambiario, los bajos precios internacionales y costos internos crecientes. Haber embarcado ese mes 85.000 toneladas equivalente carcasa (tec), unas 15 mil más que en julio y la sexta cifra más importante de los últimos 100 años, podría generar una sensación de boom o auge. Sin embargo, el especialista consideró que estos valores son insostenibles por la falta de competitividad del sector.
Al respecto, explicó que la ecuación de la industria se basa en: precio hacienda, dólar, derechos de exportación y precios internacionales. Y advirtió que, tras el salto inflacionario en la transición política y con el tipo de cambio virtualmente congelado, "la exportación quedó despeinada en esta foto". Para ser competitivos, dijo, debiera moverse alguna variable: el tipo de cambio, eliminarse DEX (hoy en 6.75% para lo que no sea vaca), subir los precios internacionales o bajar el valor de la hacienda (que también se mantiene en un piso). "Es difícil predecir cuál será la chispa que mueva estas variables para que la exportación se torne más competitiva", aclaró.
Mirá tambiénEl sacrificio cultural de la mesa tras la meta nacional contra la inflaciónConocedor del negocio, Gorelik dijo que si bien en el eslabón industrial "se gana y se pierde plata por épocas", difícilmente la actividad pueda mantenerse en terreno negativo. "No se puede arrastrar números malos por mucho tiempo; hay una señal de advertencia", indicó.
Con el gobierno "jugado" a mantener el tipo de cambio, el analista evaluó que la situación es "parecida al inicio de la convertibilidad en 1992". Con el dólar inmóvil, en aquel momento se combinaron un precio alto de la hacienda y un acuerdo salarial, con lo que "la industria quedó en una mala relación entre precios y costos".
Sin que implique una repetición lineal de aquella experiencia, Gorelik recordó que "la industria exportadora tuvo un año y medio muy malo, con resultados negativos; y poco a poco fue haciendo inversiones y cambios en su operatoria hasta que logró ajustar algunos costos y volvió a ser competitiva, sin que el tipo de cambio se moviera".
Mirá tambiénPor el complejo agroindustrial el volumen de las exportaciones santafesinas aumentó el 44,5 %A favor, ahora hay buenas perspectivas en el mercado internacional. "Para el año que viene, la mayoría de los analistas están planteando que tanto Australia, como Brasil y EE.UU., los tres principales exportadores, cambian de fase y empiezan a tener precios más altos de la hacienda, lo que también se va a trasladar al mercado internacional". Esto, dijo, es "una lucecita esperanzadora" de un aumento en los precios FOB en los próximos meses. A eso, deberá sumarse el trabajo interno que hagan las empresas para ajustar costos y recuperar algo de competitividad.
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