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Mediante un decreto, el intendente observó el artículo que impedía la comercialización del herbicida en la capital provincial. Sí se promulgó la imposibilidad de utilizarlo dentro del ejido urbano.
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El intendente santafesino, José Corral, promulgó en forma parcial la ordenanza sancionada en el Concejo Deliberante por la cual se prohibió el uso del herbicida glifosato dentro del ejido urbano, suprimiendo el apartado que impedía la comercialización del producto. La decisión se fundamenta en un aspecto legal, ya que el municipio no cuenta con la potestad de impedir el comercio de un artículo permitido a nivel nacional, que además cuenta con las habilitaciones correspondientes de los organismos competentes.
“Promulgamos la mayor parte de la ordenanza, que ya está vigente”, dijo el mandatario en diálogo con la emisora LT10. En líneas generales, explicó que la restricción a las pulverizaciones urbanas ya estaban reguladas por una norma provincial. Pero celebró que el Concejo haya incorporado “infracciones concretas”, imponiendo multas a los contraventores, que serán “severas, porque tiene que ver con la salud humana y compartimos ese espíritu”.
Sin embargo, en referencia a la prohibición de comercializar el herbicida, dispuesto en el artículo 3° de la ordenanza. aclaró: “observamos un artículo, porque nuestros abogados nos decían que no tenemos competencia para hacerlo”.
En los considerandos del decreto 623/18, por el cual se observó parcialmente la ordenanza 12.541, el Ejecutivo municipal expresa que “no cuenta con la atribución jurídica de prohibir la comercialización de productos avalados por organismos nacionales y/o provinciales”. Por lo tanto, agrega que la normativa estaba “infringiendo claras disposiciones constitucionales”. Motivo por el cual, “quedaríamos expuestos a demandas” judiciales, explicó el intendente.
En otro párrafo, además, el decreto resalta una contradicción de la ordenanza “al prohibir la comercialización referida al herbicida glifosato (producto fitosanitario Clase III), mientras no efectúa referencia alguna a los productos fitosanitarios de clase toxicológica I y II, es decir de mayor riesgo o peligrosidad para la salud de la población y el ambiente”.
En la entrevista radial, Corral además destacó el rol del glifosato en el modelo de producción de Siembra Directa, que en Santa Fe ocupa más de 5 millones de hectáreas y “que bien aplicado genera riqueza y mucha actividad y empleo; por lo tanto no nos parecía bueno que la ciudad de Santa Fe le de la espalda a la provincia”.