"Nos saca de la cancha" fue el lacónico veredicto del ingeniero agrónomo Alberto Marchionni, productor y exportador de maíz pisingallo desde Hughes, en el sur santafesino, si llega a prosperar la imposición del 15% de DEX (derechos de exportación) que el gobierno incluyó en la "ley ómnibus". Pero además, al igual que unas 20 empresas argentinas exportadoras de alimentos, están a punto de quedarse fuera de Gulfood, la feria de la alimentación más grande del mundo, por las trabas del BCRA para el giro de dólares al exterior.
Desde una de las tres firmas comerciales, que lleva su nombre desde 1995, Marchionni exporta unas 12.000 toneladas al año a más de 40 países en cuatro continentes. Además de pisingallo, arveja y garbanzo, vende al exterior semillas de soja, trigo y sorgo. Con otra de sus empresas produce granos sobre unas 4.000 hectáreas. También comercializa, por contrato, el pisingallo que producen otros productores de la región. Y exporta semilla del popular pororó a Mato Grosso, Uruguay y Bolivia, entre otros destinos.
Golpe a la competitividad
El pasado viernes 5 de enero, en la previa del encuentro que este lunes 8 de enero tuvo con el Ministro del Interior de la Nación, Guillermo Francos, el Ministro de Desarrollo Productivo de la provincia, Gustavo Puccini, se reunió con Marchionni, para interiorizarse de la problemática.
Mirá tambiénEl clima retrasa la trilla y pone en riesgo la calidad del trigoEn diálogo con Campolitoral, el empresario de Hughes explicó que hasta el arribo del nuevo gobierno el cereal tenía 0% de retenciones; incluso así lo determinó la SAGPyA que conduce Fernando Vilella. "Pero pasa al Ministerio de Economía, antes de mandar el super DNU, y aparece con el 15% (de DEX); eso a nosotros como exportadores nos saca de la cancha", aseguró.
Vale decir que Argentina, con una producción de 200.000 a 220.000 toneladas, es el primer exportador mundial de maíz pisingallo. Pero "ese 15%nos puede sacar del mercado, porque será una ventaja para que Brasil u otros productores como Sudáfrica, Turquía, EE.UU. avancen en el comercio internacional". Al respecto, planteó que mientras Brasil -que consume al año unas 200.000 toneladas- antes compraba la mercadería en Argentina, ahora prácticamente se está autoabastecido, prueba de que está en un camino de crecimiento productivo que derive, muy probablemente, en un incremento de su saldo exportable.
Sin vidriera ni negocios
A esta complicación, relató, se suma otra no menor que también le planteó a Puccini el viernes. Sencillamente, tanto los exportadores de pisingallo como del resto de alimentos argentinos, están a horas de quedarse fuera de Gulfood 2024 en Dubai, una de las tres ferias de la alimentación más importantes del mundo (además de Anuga en Alemania y Sial París), que tendrá lugar del 19 al 23 de febrero en el World Trade Center de esa ciudad, la más poblada de los Emiratos Árabes Unidos.
"Nosotros, todos los exportadores de argentina, entre los cuales estamos los 9 exportadores de pisingallo de Santa Fe, pagamos el stand argentino en Dubai y el gobierno anterior no lo pagó (no giró los dólares); entonces ahora nos dieron plazo (los organizadores) hasta el 15 de enero, si no se paga antes, automáticamente bajan el stand argentino", resumió. Y no sólo tienen abonado el stand, sino también los vuelos y el alojamiento en Dubai.
Tras el encuentro con el ministro, del que también participó Georgina Losada, Secretaria de Comercio Exterior de la provincia, Marchionni explicó que la dificultad se mantiene con la actual gestión nacional. "Tienen un bloqueo del SIRASE (esquema de pago al exterior de servicios y fletes) del Banco Central que sólo te admiten pagar deuda al exterior, pero a 90 días; en ese tiempo los árabes nos cortan todo y lo venden en dos segundos al espacio nuestro".
Coterráneo del gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, que también es oriundo de Hughes, el empresario está en contacto directo con el mandatario y aseguró que desde el gobierno provincial "están trabajando a brazo partido" para revertir esta situación.
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