La Selección Argentina Sub 23 fue víctima de un escándalo sin precedentes en su estreno en los Juegos Olímpicos París 2024: por incidentes provocados por los hinchas marroquíes, el juego se interrumpió durante dos horas, los jugadores debieron volvieron al campo de juego, el VAR anuló el agónico gol de la igualdad y los de Javier Mascherano cayeron por 2-1. El día después de la polémica se ve marcado por el pedido de los puntos de la AFA, con precedente en el 'gas pimienta'.
El bochornoso episodio disparó las reacciones de Lionel Messi y Nicolás Tagliafico como también de Claudio Tapia, quien desde su cargo como presidente de AFA confirmó que elevaron un reclamo a la FIFA por lo ocurrido. La queja de Argentina va dirigida directamente hacia la FIFA, ente encargado de lo disciplinario en el certamen.
Mirá también5 videos muestran el clima enrarecido en los Juegos Olímpicos París 2024El reclamo tiene fundamentos y parte de una base irrefutable: el partido se había suspendido parcialmente por la invasión de los hinchas de Marruecos y el arrojo de proyectiles de los que fueron víctimas los jugadores argentinos, quienes debieron irse corriendo a los vestuarios a protegerse.
Luego de una hora y media en camarines, el argumento es que el partido no debió haberse reanudado y, por ende, el gol no podía ser anulado. En consecuencia, lo que ha presentado la AFA es el pedido de que le den el partido por ganado.
Si bien es una solicitud que pocas veces llega a buen puerto y esta no sería una excepción, la FIFA tendrá que evaluarla. Y en nuestro continente existe un antecedente clave: el del 'gas pimienta' que ocurrió entre Boca y River en octavos de la Libertadores. Allí, con jugadores del Millonario afectados por el gas que tiró un hincha del Xeneize, todo terminó por suspenderse y, desde un escritorio, decidieron darle por ganado el duelo a River.
Mirá tambiénEl Comité Olímpico Argentino emitió un comunicado por los incidentes ante Marruecos en fútbolLas fallas fueron de seguridad, no de reglamento. Eso es algo que en la AFA lo tienen claro. Las decisiones arbitrales no están en el ojo de la tormenta, ya que el gol no era lícito por el milimétrico offside de Bruno Amione y, pese a la tardanza, el reglamento dice que el árbitro debe anularlo con todos los jugadores en el campo y no en el vestuario.
El inconveniente aquí es que todo quedó desvirtuado por la insólita espera que ningún sector puede justificar. Sin embargo, ni estos argumentos ni la relación con el precedente del 'gas pimienta' serían motivos suficientes para que prosperase el reclamo argentino.
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