Parece mentira, pero en pleno siglo XXI -todavía- hay situaciones donde el ser abiertamente homosexual es tabú. La discriminación en contra de aquellos que deseen amar a alguien de su mismo sexo sigue presente en algunas sociedades del planeta. ¿Amar es un delito? Para algunos sí, y el mundo del deporte no es la excepción. Tras años de constante lucha, cada 19 de febrero se celebra el Día Internacional Contra la Homofobia en el Fútbol.
Pero, ¿por qué se celebra cada 19 de febrero? Se hace para conmemorar el día de nacimiento de Justin Fashanu, un jugador de fútbol inglés quien, tras declararse abiertamente homosexual en octubre de 1990 ante la prensa británica, fue desvinculado de su club y fue objeto de burlas por parte de compañeros de profesión y miembros del staff técnico.
Pero las cosas no terminaron allí. Años después, tras desfilar en distintos clubes de fútbol entre el Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Suecia y Dinamarca, entre otros, en marzo de 1998 fue acusado de violar a un menor de edad en Maryland (USA). Debido a esto, Fashanu huyó a Inglaterra y tomó la decisión de suicidarse el 3 de mayo del mismo año. Lo que comenzó como un acto de valentía para la época, terminó en tragedia
Tenés que leerLa discriminación por orientación sexual es el segundo motivo de denuncia en Argentina"Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable. No quiero ser más una vergüenza para mis amigos y familia (...) espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida y finalmente encuentre la paz”, dice la nota despedida que dejó.
En la actualidad, la lucha contra la homofobia continúa y en algunos sectores tiene su apoyo. Pero el fútbol, un deporte que tiene como lema el "fair play", todavía se le resiste. Prueba de ello es el mismísimo Toni Kroos quien, en una entrevista para la revista GQ, declaró que "no aconsejaría a un futbolista a salir del armario".
"Mi sentido común, por supuesto, me dice que todos deberían ser libres de vivirla [su sexualidad] en el siglo XXI, pero no sé si aconsejaría a un futbolista salir del armario. A veces se lanzan insultos en el campo, y dadas las emociones de los fanáticos en el estadio, no se puede garantizar que eso no devalúe el ánimo del jugador. [...] Esto no debería suceder, y el futbolista tendría mucho apoyo de su entorno, pero tienes que decidir personalmente si para ti va a suponer una ventaja o una desventaja en el campo. No creo que hoy sea una ventaja", comentó el jugador alemán.