El Litoral / NA
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Dentro de un trámite trabado y con muchas imprecisiones, Newell°s y Central igualaron 0 a 0 una nueva edición del clásico de Rosario, que tuvo al arquero local Alan Aguerre como figura principal, al ahogar una y otra vez las opciones del ‘Canalla‘, principalmente en el cierre del segundo tiempo.
Por la decimoctava fecha de la Superliga, en el estadio ‘Coloso Marcelo Bielsa‘, Central se fue con mayor frustración porque en el complemento mejoró su desempeño con los cambios de Edgardo Bauza y tuvo al menos cuatro opciones muy claras para ganarlo.
Newell°s, acompañado por más de 40 mil personas, se fue desinflando después de un arranque de mayor intensidad y en el que exigió al arquero Jeremías Ledesma, que también respondió de buena manera.
El clásico de Rosario también tuvo polémica porque en el primer tiempo, el árbitro Diego Abal consideró que no hubo infracción de Fontanini sobre Fernando Zampedri dentro del área.
La ‘Lepra‘ estiró el invicto desde que Héctor Bidoglio asumió como entrenador -dos triunfos y tres empates consecutivos-, mientras que el ‘Canalla‘ -campeón de la Copa Argentina 2018- hace cuatro que no gana.
El encuentro tuvo un trámite muy trabado en mitad de cancha, con muchísimas infracciones -fueron 42 en total-, donde Newell°s tuvo mayor tiempo la pelota, pero careció de profundidad.
El mejor arranque de Newell°s pudo haberlo puesto por delante en el marcador, pero Ledesma primero le contuvo un cabezazo al portugués Luis Leal y después Fabricio Fontanini le erró al arco con su testazo.
La segunda mitad del primer tiempo fue más pareja, porque el tándem Rinaudo-Gil empezó a ganarle el duelo al trío experimentado de Maxi Rodríguez-Figueroa-Formica.
Con Central más animado a acercarse al arco rival, la polémica apareció en el clásico con el posible penal sobre Zampedri, que Abal convencido no sancionó.
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El show de Aguerre
En el segundo tiempo, hubo poco para destacar hasta los últimos veinte minutos, cuando con los cambios que introdujo, Bauza logró la profundidad en los espacios que le había faltado.
A los 23, Allione le ganó en el mano a mano a Nadalín, pero cuando remató al primer palo, su tiro fue al lugar donde estaba Aguerre, que contuvo sin problemas.
Enseguida, y en la primera pelota que tocó, Maximiliano Lovera se metió a pura velocidad por la banda derecha y, cuando tenía el pase atrás con Zampedri, lo buscó al medio a Herrera, pero Aguerre le adivinó su intención y bloqueó con lo justo con el pie derecho.
El arquero de Newell°s se consagró como figura del clásico con otra atajada espectacular: Camacho remató desde afuera del área, Herrera desvió en el camino y Aguerre reaccionó bárbaro para tirar al córner.
De ese tiro de esquina, otra vez Herrera capturó una pelota suelta en el área y Bíttolo la sacó sobre la línea, cuando Aguerre ya estaba vencido.
La última también estuvo en los pies de Herrera, que la hizo para él a pura gambeta tras una recuperación en la salida de Newell°s, pero el goleador quiso definir con el pie abierto y Aguerre le adivinó la intención y sacó a un costado.
El clásico de Rosario quedó tablas y sin emociones, con una cuota también de violencia en la previa y durante el partido - Gil recibió un botellazo cuando fue a ejecutar un córner-, que siempre opaca la fiesta que significa para la ciudad.