El futbolista brasileño Dani Alves, acusado de agresión sexual, fue trasladado este lunes a otra cárcel de Barcelona para "garantizar su seguridad y la convivencia".
El futbolista brasileño Dani Alves, acusado de agresión sexual, fue trasladado este lunes a otra cárcel de Barcelona para "garantizar su seguridad y la convivencia".
El ahora exjugador de Pumas de México pasó del módulo de Brians 1, donde ingresó el pasado viernes, al Brians 2, según informó Mundo Deportivo.
Las diversas fuentes penitenciarias consultadas por la prensa española indicaron que esta decisión fue para "garantizar la seguridad y la convivencia".
Brians 1, donde Dani Alves pasó las primeras noches detenido, tiene un promedio de 200 internos, mientras que en la 2 hay 80.
Además, según cita Mundo Deportivo, esta nueva cárcel cuenta con celdas individuales y baño privado y evitaría que se filtre una imagen del futbolista en prisión.
Alves seguirá detenido preventivamente ya que la Justicia considera que presenta un elevado riesgo de fuga y Brasil no tiene convenio de extradición con España.
El jugador pidió volver a declarar ante la jueza luego de hacerlo por primera vez con marcadas contradicciones sobre lo sucedido aquella noche: primero dijo que no conocía a la chica, después comentó que sí la había visto pero que no pasó nada entre ellos y, por último, sostuvo que fue ella la que se le tiró encima.
Ney Alves, hermano del acusado, señaló en la televisión española: "Nos encontramos impotentes ante esta situación. Creo que la abogada (Miraida Puente Wislon) no lo está haciendo bien".
"No aguanto más. Pasan los límites. Está prohibido visitarlo. No sé qué más hacer. Daremos la vida si es necesario para que salga de este infierno", agregó Junior, otro de los hermanos del lateral derecho.
En la misma línea se expresó Dinora Santana, la ex esposa y madre de los hijos de Dani Alves. "Dani jamás, jamás, jamás haría esto. Jamás. Te lo digo yo que lo conozco desde hace 22 años, y he estado casada con él 10 años. En la familia están nerviosos y agobiados porque quieren verlo, pero nadie puede acceder a él hasta ahora. Sé que está triste, pero que está bien".
El brasileño, de 39 años, afronta una denuncia en su contra por agresión sexual a una mujer en una discoteca de Barcelona durante la noche del 30 de diciembre y fue detenido el viernes pasado tras presentarse a declarar.
Alves viajó a Barcelona el 30 de diciembre, aprovechando algunos días de vacaciones tras disputar el Mundial de Qatar.
El brasileño admite que esa noche acudió a la discoteca Sutton pero niega haber agredido a la mujer.
Lo explicó en un vídeo enviado a Antena 3: "Cuando uno elige ir al baño no tienes que preguntar quién está en el baño para poder ir al baño. Lo siento mucho pero no sé quién es esa señorita. No sé su nombre, no la conozco, nunca la vi otra vez en mi vida. En estos años nunca he invadido el espacio de alguien sin su autorización. ¿Cómo le voy a hacer eso a una mujer o con una chica. No, por Dios. Ya basta. Sobre todo porque están haciendo daño a los míos, porque saben quién soy".