Los hinchas de Napoli se juntaron este jueves en el estadio Diego Armando Maradona de Nápoles para seguir el partido de su equipo contra Udinese, en el que se consagraron campeones después de 33 años.
El estadio Diego Armando Maradona de Nápoles está desbordado de hinchas al igual que los alrededores y el santuario del ex jugador.
Los hinchas de Napoli se juntaron este jueves en el estadio Diego Armando Maradona de Nápoles para seguir el partido de su equipo contra Udinese, en el que se consagraron campeones después de 33 años.
Los fanáticos agotaron las 60 mil entradas puestas en venta y a través de ocho pantallas persiguieron el sueño del sur italiano de volver a ser campeón como en las épocas de Diego Maradona.
La locura se desató después del grito de gol de Victor Osimhen, con bengalas de colores y un rugido acorde a la ocasión. Por los altos parlantes se hizo el clásico festejo europeo en el que el locutor grita el nombre y los hinchas repiten el apellido del goleador.
Los 12 mil hinchas que estaban en la cancha de Udinese invadieron el terreno de juego, como en los viejos tiempos, para llevarse un trofeo para el recuerdo, una remera, un pantalón o unas medias de los futbolistas. El desborde resumió a la perfección la pasión napolitana.
El otro punto de festejos fue el santuario de Maradona, donde habitualmente se juntan locales y turistas para dejarle una ofrenda al ex jugador.
Napoli tenía hasta hoy solo dos Scudettos: 1987 y 1990, ambos con Maradona como figura. Es por eso que la imagen del astro argentino, fallecido en 2020, se multiplicó en las calles de la ciudad en banderas y murales.
La Plaza central de Galería de Humberto comenzó a llenarse minutos después del pitazo final de Rosario Abisso, con fuegos de artificio y el fervor habitual.
El clásico canto de 'Ho visto Maradona' sonó en los alrededores del estadio que lleva su nombre y los sufridos napolitanos se sacaron la espina de gritar campeones después de tantos años, en los que vieron pasar a muchas figuras en las últimas temporadas.
En el medio también vivieron un descenso a la Serie B en las 1997-1998 (sólo ocho años después de dar la vuelta), y una caída a la Serie C en la temporada 2004-2005, como consecuencia de los problemas financieros.
Los fieles napolitanos nunca desaparecieron, le dieron el apoyo en todas las categorías y este 4 de mayo se reencontraron con el olimpo de los campeones, el mismo en el que esperó Maradona sentado.