(Enviado Especial a Doha, Qatar)
Como en la final del año pasado ante Brasil, por la Copa América, Di María fue clave en ésta. Por su parte, el arquero tapó una pelota clave que le hubiese dado el triunfo a Francia en el final del suplementario. Y el penal, obviamente.
(Enviado Especial a Doha, Qatar)
Hora gloriosa para el fútbol argentino y ni qué hablar para Lionel Messi (8), otra vez figura, autor de dos goles y obligando a que Francia –como ocurrió con los otros rivales que tuvimos en este Mundial- tuviera que destinar a dos o tres jugadores para marcarlo. Ejecutó muy bien los penales (el del partido y el de la serie decisiva), marcó el tercer gol y cada vez que apareció en el partido fue desequilibrante.
Dibu Martínez (8) fue otro de los baluartes en la victoria. Nada que hacer en los goles (dos fueron de penal), pero tapó un mano a mano en el final de los 120 minutos, que era triunfo de Francia. Y luego se agrandó en los penales, como le pasa siempre.
En el fondo, Molina (6) arrancó bien, anulándolo prácticamente a Mbappé, pero a medida que pasaron los minutos comenzó a tener problemas y su rendimiento fue cayendo. Cuti Romero (7) hizo un buen partido, quizás le faltó un poco más de decisión para cortar la pared que terminó en el segundo gol; Otamendi (7) también jugó un buen partido. En realidad, Francia, con sus buenos delanteros, en algún momento podía complicar. En el primer tiempo, la buena actuación de la línea de cuatro obligó a Deschamps a realizar dos modificaciones en ataque. Y los que entraron (porque a excepción de Mbappé, salieron los otros que integraron el bloque ofensivo), levantaron el nivel de los franceses. Tagliafico (6) también cumplió en la difícil misión de marcar a Dembelé y le pasó lo mismo que a Molina, fue de mayor a menor, entró en un pasaje de dudas en algún momento del partido y luego, Scaloni decidió sacarlo cuando lo vio cansado.
En el medio, gran primer tiempo de De Paul (7), que a medida que se fue cansando y decayendo en su rendimiento, también fue perdiendo nivel el equipo. Enzo Fernández (7) jugó un buen partido, bien parado en su posición de volante central, dándole un buen destino a la pelota y Alexis MacAllister (8) fue uno de los puntos altos en el rendimiento individual, con gran confianza para el manejo de la pelota, con un cuidado excesivo para no perderla y apareciendo con mucha inteligencia cuando atacó los espacios vacíos, como pasó en la gran jugada del segundo gol.
Arriba, Julián Álvarez (6) fue totalmente generoso en el despliegue, corrió una barbaridad, complicó a toda la defensa rival y fue una rueda de auxilio para todos. Y Di María (8) se ubicó en el sitial más alto, junto a Messi y Dibu Martínez, con un primer tiempo brillante, desbordando cuántas veces quiso a Koundé, el lateral por derecha que no sabía qué hacer para marcarlo. Le hicieron el penal que terminó en gol de Messi y convirtió el segundo con una notable definición ante la salida de Lloris.
En el momento de los cambios, Acuña (5) fue de menor a mayor. No arrancó bien, pareció pesarle el partido, le costó entrar en confianza. Y lo mismo pasó con Montiel (6), quien sin embargo tuvo la gran virtud de convertir el penal decisivo que nos dio la copa del mundo.
Pezzella (5) entró justo en el momento en el que Francia convertía el primer gol. También le costó adaptarse a un partido que estaba complicado en ese momento. Lautaro Martínez (5) tuvo dos situaciones muy claras de gol que no pudo convertir, mientras que Dybala (5) le puso ganas en los pocos minutos que entró, algo similar a lo que ocurrió con Paredes (5), que fue el encargado de reemplazar a De Paul, pasando a convertirse en el eje del medio y corriéndose Enzo Fernández hacia la derecha. Los dos (Dybala y Paredes, fueron precisos e implacables en la definición por penales).