El Litoral
El Seleccionado argentino arribará este domingo a nuestra ciudad donde el sábado 16 jugarán la revancha ante Gales en cancha de Colón.
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Los Pumas cayeron esta tarde en San Juan ante Gales por 23 a 10 en un test match correspondiente a la ventana de junio. Fue la primera presentación del año del Seleccionado nacional, que jugó mal pero que pronto tendrá revancha cuando vuelvan a enfrentar al mismo rival en una semana en nuestra ciudad.
El primer tiempo comenzó bien para Los Pumas: antes de los 2 minutos ya ganaban 3-0 por un penal de Nicolás Sánchez. Pero a partir de ahí todo fue cuesta arriba para el equipo argentino, que a pesar de tener una posesión de pelota mucho más elevada que el rival y que jugó mucho más tiempo en terreno de Gales, fueron los británicos los que se fueron al descanso arriba por 17 a 3.
Este parcial no fue por casualidad o azar. Los dirigidos por el neocelandés Warren Gatland fueron sumamente efectivos en ataque y, principalmente, dominaron el juego en el contacto. Su defensa fue, salvo un par de acciones argentinas, infranqueable. De hecho, pasaron varios minutos defendiendo a metros de su ingoal y dentro de sus propias 25 yardas, pero Los Pumas no pudieron vulnerarlos. Esto también se explica por una de las principales deficiencias de los de Daniel Hourcade: las poquísimas variantes en ataque.
Por el lado de la visita hubo dos llegadas y dos conquistas. La primera luego de un juego continuado de varias faces, que arrancó lejos del ingoal argentino pero que tuvo un avance constante y un muy buen control de la pelota. El segundo try fue otra cosa: linea out rápido, una jugada preparada y una defensa albiceleste que estaba dormida permitieron la entrada veloz de uno de los wingers que se fue derecho al try.
En el segundo tiempo el DT de Los Pumas rápidamente metió mano y cambió a la pareja de medios como para tratar de buscar más variantes en el juego. Argentina siguió con el dominio de la pelota y el territorial, incluso más que en el primer tiempo, pero se jugó muy lejos de los dos ingoales, lo que lógicamente favoreció a Gales, que con menos tenencia, siempre tuvo el partido bajo control.
Los Pumas tuvieron un juego apenas más dinámico que en los 40 minutos iniciales, pero la falta de ideas para encontrar la manera de vulnerar a la impecable defensa galesa los volvieron un equipo muy previsible y eso facilitó el triunfo visitante, que en el juego del contacto dio una lección.
Recién el final, después de buscar mucho, llegó el try consuelo para Los Pumas (apoyó Lezana), pero ya no quedaba tiempo para intentar una remontada. Antes y después de esa acción los Dragones sumaron con dos penales, el primero para estirar la diferencia y el segundo, en el descuento, para bajarle la persiana al test con un 23 a 10 que no admite discusión.
Ahora Argentina tendrá una semana por delante para trabajar (en Santa Fe) con muchas cosas para mejorar pensando en el segundo test match, que se jugará el sábado venidero en la cancha de Colón.