El Litoral
El Granate revirtió el marcador y ganó 4-2, tras empezar 0-2. Polémica por el uso del VAR.
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DyN
Con gran amor propio, actitud y la colaboración del VAR, Lanús dio vuelta esta noche una serie inolvidable ante River Plate en La Fortaleza y jugará por primera vez en su historia la final de la Copa Conmebol Libertadores.
Después de ir perdiendo 2-0 (3-0 en el global), Lanús nunca resignó su escencia y con el espíritu ganador que lo caracterizó en los últimos años lo remontó 4-2 frente al River de Marcelo Gallardo, y desató la euforia en un colmado escenario Granate.
El correntino José Sand fue el gran artífice de la remontada porque apareció en un momento clave, marcó un doblete y dio una asistencia.
River no supo aprovechar la ventaja que había sacado en una ráfaga en el primer capítulo, le faltó temple para liquidarlo, y sufrió un golpe durísimo a pocos días del Superclásico ante Boca Juniors, que se desarrollará el domingo en el estadio Monumental por la Superliga Argentina.
Lanús, envalentonado por este histórico resultado, espera en la llave decisiva del torneo al ganador de la serie entre Gremio y Barcelona de Ecuador, en la que los brasileños, a falta del desquite, se imponen por 3-0.
Con su prolijidad y precisión habitual, Lanús arrinconó en los primeros 10 minutos a River contra el arco de Germán Lux, pero después de perder una clara chance con un cabezazo de Maximiliano Velázquez, sufrió un mazazo con la conquista de penal de Ignacio Scocco y entonces se desmoronó y apagó el clamor de una multitud que lo acompañó en La Fortaleza.
En esa jugada, que se dio a los 15 minutos, Diego Braghieri empujó deliberadamente a Ignacio Fernández, el árbitro colombiano Wilmar Roldán cobró la infracción acertadamente, y Scocco ejecutó de gran manera, con un fuerte tiro al medio, para el 1-0.
River casi no dejó pensar a Lanús para buscar una nueva estrategia y sobre los 23, Gonzalo Martínez se hizo cargo de un tiro libre cercano al área por el costado derecho, Esteban Andrada dio rebote ante el violento envío, de alguna manera confundido por el intento de cabecear de Jonatan Maidana, y Gonzalo Montiel, bien ubicado, definió de cabeza para el 2-0.
Ante el bajón de Lanús, Lautaro Acosta fue el único que levantó al público con sus corridas y quien, de alguna manera, generó peligro por el sector izquierdo. River, con la serie en su favor, manejó el balón y jugó con la desesperación de Lanús, e inclusive se vio perjudicado por la omisión de una mano de Iván Marcone dentro del área tras un enganche de Scocco. La jugada era especial para hacer debutar al VAR (Sistema de Asistencia Arbitral por Video), pero Roldán no solicitó ni recibió esa ayuda. El Granate, por su lado, apostó igualmente en cuentagotas a continuar con su misma receta: toque de balón y pelota filtrada para la llegada por sorpresa de Sand.
Por esa vía, llegó el descuento esperanzador, porque a los 46 el uruguayo Alejandro Silva encaró hacia el medio y cedió para Acosta y el Laucha habilitó de primera a Sand, quien fusiló a Lux y le dio algo de vida a su equipo.
En el segundo período, Lanús volvió a marcar antes del minuto por intermedio de Sand, en una jugada que encontró por enésima vez en la noche mal parada a la defensa visitante, ante un pase filtrado desde tres cuartos de cancha. Luego del gol, el árbitro Roldán hizo uso por primera vez del VAR para despejar las dudas en la posición en la que recibió el correntino, y luego convalidó la igualdad parcial.
Otra vez Sand apareció en el partido sobre los 16, cuando fue a buscar una pelota en el fondo, la ganó ante Javier Pinola, y la envió al medio. Silva recibió, se impuso dentro del área con un gran giro ante Maidana y cedió para Acosta, quien sólo tuvo que tocarla en el corazón del área.
River intentó salir un poco pero le dolió la salida de Enzo Pérez por una molestia y desde entonces careció de un conductor y de un respaldo en la zona media. Sobre los 20, iba a llegar otra intervención del VAR, por una infracción dentro del área a Nicolás Pasquini. En primera instancia, Roldán omitió la falta, pero luego fue advertido por sus colaboradores y al revisar la jugada le terminó convalidando el penal al Granate, que en los pies de Silva significó el 4-2.
El equipo de Gallardo se acercó un poco mediante intervenciones del oriental Nicolás de la Cruz, pero se encontró con la seguridad de Andrada y le faltó frescura para toparse con un descuento salvador. Además, antes del final, Ignacio Fernández vio la segunda amarilla y se fue expulsado, producto de la impotencia.
Lanús hizo historia y su pueblo se rompió las manos reconociendo el esfuerzo de un equipo que va en busca de más.