Charlando de fútbol con Nery Pumpido, él tiene una frase que repite sistemáticamente: "en el fútbol, el 70 por ciento es la cabeza; y el 30 por ciento, los pies". Se deduce que quién llega a Primera es porque sabe jugar al fútbol, por lo que entran a tallar otros aspectos que tienen que ver con lo moral (lo que Pumpido refiere a la "cabeza") y lo táctico-estratégico (lo que planifica el entrenador). En definitiva, más allá de que en la cancha son 11 contra 11 y los que definen son los jugadores, al cabo lo más importante que tiene el fútbol, hay otros factores que inciden. Y máxime en un partido de esta naturaleza y cuando hay cosas trascendentes en juego.
No es un clásico más. Hace mucho tiempo que un Colón-Unión no define algo como el de este domingo a las 18 en el Centenario. Sin entrar en comparaciones que resultarían tan odiosas como inútiles y probablemente irritantes, es un partido que tiene alguna sentencia de "final". Unión jugará en 90 minutos su clasificación, de la que depende de sí mismo en el caso de ganar. Colón tiene en sus manos la suerte del rival de todos los tiempos, al margen de sostener el primer lugar en su zona, al que estuvo abonado desde que arrancó esta Copa.
Tenés que leerClásico Santafesino: los dos DT dejan lugar para sorpresas ¿Qué hará Domínguez?, difícilmente modifique algo. Colón es un equipo que logró una línea de juego, una identidad propia. Su principal virtud es la de saber manejar tiempos de los partidos. A veces lo hace superando al rival, arrinconándolo; y cuando consigue el objetivo (marcar un gol), se repliega y lo hace bien, con orden, sabe defenderse, es un equipo generalmente sólido y juega de contra. Así jugó muchos partidos. No es un equipo que permanezca durante mucho tiempo en esas posiciones. Vamos al último partido, contra Arsenal. Apabulló en el arranque y a los 13 minutos ganaba el partido; allí, le cedió terreno y pelota al rival, sin dejar de contragolpearlo y así liquidó todo en el final con el gol de Farías, uno de los principales jugadores y quizás el más desequilibrante al mismo nivel del Pulga. En el segundo tiempo, pasó casi lo mismo y lo pudo golear. Mejor dicho, debió golear.
¿Qué hará Azconzábal?, es un poco más difícil descifrarlo. En el arranque, su equipo tuvo una estrategia bien definida: jugar de igual a igual, con intensidad y vocación ofensiva. El 1-4 ante Vélez (aún así, no exento de virtudes futbolísticas) hizo que el Vasco empiece a cambiar a una actitud más cuidadosa y protectora como la empleada ante Boca e Independiente, con un partido en el medio (el de Talleres) en el que no se supo muy bien qué fue lo que quiso hacer; o bien, pretendió cambiarle "palo por palo" y evidentemente le fue mal.
Tenés que leerEl partido del morbo que no tiene favoritoUnión necesita ganar por más que el empate también le pueda alcanzar. Pero no se puede jugar con esa idea tan metida adentro porque si Unión empata, necesariamente necesitará de un empate o derrota de Independiente y un mismo resultado de Lanús, porque la diferencia de gol lo pone en un plano de desigualdad con los dos directos competidores (los antes mencionados). También contra Defensa necesitaba la victoria y salió con un plan de no enloquecerse por ir al frente y desguarnecerse atrás, porque el mismo Unión sabe que no es del todo sólido cuando defiende y que ha perdido creatividad y eficacia arriba. Al partido en Varela lo terminó ganando en el final y con una jugada que armaron dos que estaban en el banco (Insaurralde y Zenón).
Colón duplica a Unión en cantidad de goles, sumó más puntos y tuvo un andar mucho más allanado que el de Unión. Los dos fueron los últimos en perder el invicto de los 26 equipos participantes, pero también hay que decir que lo de Unión se logró en base a muchísimos empates. En cambio, Colón solidificaba su posición con triunfos y por eso se escapó tanto en el primer puesto y aseguró con anticipación (por más que lo materializó el viernes de la semana pasada) la clasificación para cuartos de final.
Colón tiene el partido de cuartos en el horizonte. Ese es el partido más importante para Colón, porque es el comienzo de un camino de tres estaciones hasta el título. Ocurre que nadie puede escapar a la importancia de un clásico, no sólo para el hincha, sino también para los propios jugadores (hay un premio especial, como también lo tiene Unión) por lo que puede significar como envión anímico para afrontar esa parte final de un torneo en el que los grandes han mostrado, todos, una tremenda irregularidad y no son ningunos "cucos".
Tenés que leerMensaje de Tapia y AFA a través de El Litoral: "Festejen pero en casa"El propio Pumpido nos decía en el programa especial que se emitió este viernes por Cable y Diario y todas las plataformas digitales del multimedios El Litoral, que "esta es una gran oportunidad para ganar algo". Y se trata de un hombre que más allá de su altísima identificación con Unión -el club de sus amores- viene bregando desde hace mucho tiempo porque Santa Fe pueda mostrar por fin una estrella de campeón.
Insisto en que es un partido sin favoritos y que poco cuentan los antecedentes. Si fuese por estos -los antecedentes- no caben dudas de que llega mejor Colón. No es necesario ser un erudito para entenderlo. Pero sobran los ejemplos de equipos que llegaban de "punto" y se convertían en "banca", cosa muy natural en el fútbol pero mucho más en esta clase de enfrentamientos clásicos.
La ciudad está paralizada, no sólo por las devastadores consecuencias de la pandemia sino porque todo el mundo habla de fútbol en estos momentos. Quizás Lagna tenga razón cuando dice que no son tiempos para enfrascarse en cuestiones que hoy aparecen como secundarias y superfluas como el fútbol. Pero al menos por unos días o un rato, el fútbol aglutina y neutraliza el interés de todos. Mucho más cuando a partir de las 18 se empiece a definir mucho más que una simple victoria sobre el ocasional rival de todos los tiempos, algo que hacía mucho tiempo no se daba y que le otorga a este clásico 92 una importancia adicional que le agrega emoción y nerviosismo.
Tenés que leerNunca más un clásico será "de vida o muerte"Burián; Garcés, Bianchi, Delgado; Meza, Aliendro, Góez, Escobar; Castro, Rodríguez, Farías
Moyano; Gerometta, Calderón, Portillo, Corvalán; Vera, Acevedo, Cañete, Peñailillo; García, González
D.T: Juan Manuel Azconzábal
¿Qué es el 92 en la quiniela?
Este será el clásico número 92 en el historial de estos enfrentamientos entre Colón y Unión en el profesionalismo desde aquél primero que se jugó el 1 de agosto de 1948 en el Brigadier López (por entonces denominado Eva Perón) con el gol de Salomón Elías para el triunfo de Colón, al último, jugado en octubre de 2019 en el 15 de Abril con el gol de Mazzola para la victoria de Unión. Para los creyentes en este tipo de cosas, ¿saben qué significa el número 92 en la quiniela?, ¡el médico!... Una mueca del destino para estos tiempos de pandemia y la labor abnegada y fundamental de estos profesionales de la salud en el cuidado de la población mundial.
* Con Colón: está primero y dos puntos más abajo viene Estudiantes, que enfrenta a Argentinos Juniors en La Paternal. Si Colón gana, se asegura el primer lugar; si empata, también (salvo que Estudiantes gane por más de cinco goles) y si pierde, perderá el primer puesto si Estudiantes gana.
* Con Unión: si gana, asegura la clasificación. Si empata, necesita que Independiente no le gane a Huracán y que Lanús tampoco le gane a Talleres. Si pierde, la cosa se complica: necesita que pierda Independiente, que no gane Lanús y que tampoco lo hagan Gimnasia y Atlético Tucumán.
¿Cuál es la posibilidad para que haya clásico otra vez?: que Colón gane su grupo y que Unión salga cuarto. La otra es que si Colón sale segundo, Unión entre tercero. ¿Cómo se daría esta chance?, en el caso de que Unión gane el clásico, que Estudiantes gane su partido y que Talleres pierda con Lanús.