Sábado 29.10.2022
/Última actualización 21:50
El próximo 20 de noviembre comenzará el sueño mundialista de la Selección Argentina y Pujato, un pintoresco pueblo a 40 kilómetros de Rosario, aportará su granito de arena. El martes 22 no habrá televisor en el pueblo que no tenga en su pantalla el cruce entre Argentina y Arabia Saudita, aunque se juegue a las 7 de la mañana, para ver en Qatar al orgullo de la pequeña localidad.
Lionel Scaloni, uno de los artífices de romper la maldición de 28 años sin títulos en el seleccionado nacional, pisará el país árabe y seguirá escribiendo una historia que en su pueblo se contará hasta en las homilías de cada cura que pase por la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. El entrenador que gestó la renovación en La Albiceleste hoy es un hombre de 44 años, de palabras sencillas y perfil bajo. Pero también fue un niño que estampó pelotazos en las paredes del patio de la Escuela Nº 227 Bernardino Rivadavia.
La seño “Chichita” fue quien formó a Scaloni cuando el director técnico cursó 6to y 7mo grado de primaria en el edificio ubicado en el barrio Las Ranas. La docente tuvo que hacer memoria y retornar 33 años para recordar a un Lionel de 11, “extrovertido, simpático, con el pelo largo hasta los hombros y un flequillo movedizo que se lo tocaba de acá para allá”, expresó.
Si bien hoy Lio Scaloni deja ver una personalidad tranquila, Chichita no cuenta lo mismo. Según menciona la docente, el actual entrenador de la “Scaloneta” era del grupo de los “nenes traviesos” por lo que tuvo que tomar pequeñas medidas. “Como Lionel era un poquito conversador, en mi clase de Lengua lo senté adelante para tenerlo más a tiro”, recordó la seño. Aunque mencionó que pese a su falta de atención y ganas de hablar, Scaloni era un alumno cumplidor.
Por aquellos años, el ex jugador de Deportivo La Coruña vestía los colores de Newell’s Old Boys de Rosario, club que descubrió y formó su talento deportivo. “Todos los días tenía que ir a practicar y apenas tenía 11 años. El papá lo venía a buscar o mandaba a alguien si él no estaba y Lionel viajaba a Rosario para entrenar en Newell’s”, destacó con orgullo su maestra. “Era un chico más, no había nada que reprocharle, solo que era de la ‘barra de los traviesos’”, agrega Chichita.
Su regreso a la primaria Bernardino Rivadavia
Luego debutar en Newell’s en 1995 y tener su paso por Estudiantes de La Plata, Lionel Scaloni llegó al punto más alto de su carrera como jugador en Deportivo La Coruña de España. Pero también fue campeón con la Selección Argentina Sub20 en Malasia 1997. Tras estos altos momentos deportivos y siendo un jugador reconocido, volvió a la Escuela Nº 227 “Bernardino Rivadavia” para llenar de alegría a los pequeños alumnos de ese momento.
Club Atlético San Martín. Uno de los murales que Pujato luce en honor a Lionel Scaloni. Créditos: Fernando Nicola“Pasó por la escuela y los chicos estaban mirando un video de él, de su vida y nos decían ‘señorita no vemos, no se escucha bien’. Entró él como sorpresa y les dijo ‘bueno, si no escuchan ni ven bien lo vamos a traer a él para que lo vean bien’”, recordó Chichita lo que sus compañeras le contaron, ya que por cuestiones de salud no pudo estar presente en aquel momento.
A poco menos de un mes del inicio del Mundial de Qatar, Chichita puso en palabras el sentimiento de todo un pueblo por su “hijo pródigo”. “Para mi es un orgullo muy grande, como para todos, saber a donde llegó. Me encanta saber que lo tuve aquí y que un poquito de su formación estuvo a mi cargo. Es muy emocionante que un chico de Pujato se fue a jugar al extranjero y ahora es una figura del fútbol mundial”, expresó emocionada.