Esta semana el conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás llegó a un punto crítico. El futbolista argentino que vive de cerca esta situación es Marcelo Meli, jugador del Hapoel Beer Sheva. El volante de 28 años pidió volver a su casa y abrazar a su familia. Su club se ubica en la ciudad de Beersheva, a 108 kilómetros de Tel Aviv, uno de los focos del fuego.
Sobre los bombardeos contra Israel, en diálogo con Radio La Red, indicó: “Estoy muy cerquita donde están pasando las cosas. Estoy a 45/50 minutos de Tel Aviv. Acá estamos mi pareja y yo. Mariano Bareiro, compañero nuestro, también lo tenemos cerquita”.
El ex jugador de Colón ya experimentó el protocolo de seguridad y reveló: “Ayer y hoy sufrimos alerta de bombardeo. Sonó la alarma de la ciudad que es cuando tenés peligro de misiles y nos escondimos en el búnker que tenemos en la casa. Tenés entre 30 y 45 segundos para poder esconderte. Esperamos un rato y luego subí a mirar y se veían los misiles”.
Sobre los detalles del búnker, describió que “tiene ventanas y una puerta de acero”: “Cuando nos mudamos acá, el de la inmobiliaria nos mostró el búnker como si fuese una habitación más de la casa. Nos dijo que tenés un 90 por ciento de posibilidades de salvarte. Las ventanas tienen cuatro trabas y las cerrás de adentro”.
Además, contó: “Pasamos la noche ahí adentro. Sabiendo la situación que estamos viviendo nos llevamos un colchón y un poco de agua y nos quedamos ahí. Igual dormí solo dos horas. Estás adentro del búnker y escuchás las explosiones”.
Los grupos palestinos de Gaza dispararon más de 1.000 cohetes hacia Israel desde el lunes por la noche, cuando se intensificaron los enfrentamientos luego de días de disturbios en Jerusalén, señaló el ejército israelí. Unos 850 cohetes cayeron en Israel o fueron interceptados por el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro, informó el portavoz del ejército israelí, Jonathan Conricus.
El sistema defensivo sólo intercepta a aquellos proyectiles que se espera que produzca daños, y deja sin tocar a los que están proyectados a caer en zonas desiertas. Otros 200 se estrellaron dentro de la Franja de Gaza, indicó el portavoz. Además, milicias palestinas se unieron al lanzamiento y durante toda la tarde y noche se registraron más de 150 disparos.
“Nunca me imaginé vivir una situación así. Tiraron más de 1.000 misiles desde la Franja de Gaza a Israel. Pensamos en tomarnos un avión e irnos, pero en Tel Aviv cayeron misiles cerca del aeropuerto y por eso lo cerraron”, informó.
“Se siguen escuchando las explosiones desde lejos”, resaltó. Aclaró que “con esta situación lo que menos quiero es entrenar”. Y con la voz quebrada dejó en claro un deseo desesperante en medio de esta crisis: “Necesito volver a mi casa y abrazar a mi familia”.
“Con el tema de la pandemia hace diez meses que no puedo ver a mis padres y solo tengo contacto detrás de una pantalla. Mi familia está desesperada porque quiere que yo me vaya de acá”, indicó.
Su panorama cambió de repente, pasó de una normalidad en un país donde la pandemia de COVID-19 está controlada por la vacunación en masa y se anunció que ya no es obligatorio el uso de barbijos al aire libre a vivir una película de terror, producto de los ataques terroristas: “Acá estamos todos vacunados. Hasta hace cuatro días atrás acá hacíamos vida normal y casi ni se usaba barbijo. Ahora esto es terrible”.
Luego de jugar en Racing, Meli arribó a préstamo al club israelí en septiembre de 2020 y su actual vínculo finaliza el próximo 30 de junio. Su pase pertenece a la entidad de Avellaneda y tiene contrato hasta diciembre de este año. Al respecto sentenció que “nadie de Racing me llamó...”.