Casi dos años luego del suceso, Marcos Rojo contó en una entrevista con Infobae lo ocurrido con Jorge Sampaoli en el Mundial de Rusia 2018, cuando el plantel tuvo una charla con el DT por los constantes cambios que realizaba, tras perder con Croacia y quedar a un paso de la eliminación.
“En Rusia de entrada ya no salieron las cosas. Después se hacen muchos cambios con Croacia. Me toca salir a mí, a Angel (Di María), a Biglia... Cuando metés la mano así es jodido. Si no te sale bien perdés toda la credibilidad del plantel. Yo sentía que Jorge había perdido un poco el norte y no sabía cómo seguir. Se le notaba. El jugador lo percibe. La charla era eso. Decirle que no lo estábamos entendiendo, que por ahí se lo notaba perdido, que se veía que la relación con Beccacece no era la mejor y eso al grupo le influía un montón. Después de Croacia quedamos todos mirando Islandia-Nigeria y gracias a Dios nos quedó una chance más. En ese momento, la idea fue hablar, que entendiera que estábamos un momento recontra mil complicado y que si no lo hacíamos juntos no lo íbamos a sacar adelante. Él podía tomar las decisiones que le parecían bien, pero la correcta fue ésa: que dieran la cara los más grandes. Más allá de que Kichan (Pavón) cuando entró jugó bien, Maxi Meza también... No es fácil jugar un Mundial y más uno así. Si no ganás te volvés a tu casa con una mochila que no te la sacás nunca más. A los chicos que vivieron la eliminación en primera ronda en el 2002 hoy en día se lo siguen recordando. Bielsa también... No era momento para andar apostando o intentando algo raro. Él lo aceptó de la mejor manera, sabiendo que teníamos la razón. Si no, hoy no estaríamos hablando de que pasamos la zona” expresó el defensor que jugó la temporada pasada en Estudiantes”.
Por otra parte, le consultaron al jugador si había vuelto a ver el partido contra Nigeria, cuando anotó el agónico gol que le dio la clasificación a octavos de final a Argentina: “Sí. Había visto un millón de veces el gol pero no el partido entero. Una noche estaba haciendo zapping y lo agarré. “Noooo, mirá el partido que pasan”, le dije a mi mujer. Me transpiraban las manos en la repetición. Menos mal que lo estaba jugando porque de afuera me muero. No podemos haber sufrido tanto. El primer tiempo jugamos increíble. Pero cuando nos empataron se nos vino todo abajo. No teníamos un plan. Era intentar meter el gol antes de que terminara el partido”.
Y agregó: “Y fue la suerte... Imaginate que yo casi hago un penal. ¿Te acordás que van al Var? Tiran un centro, va para el 9, yo trato de cerrar, rebota, quedo pasado, la cabeceo mal, me pega en la mano... El referí dijo “no les voy a cobrar penal porque los termino de matar”. Nos quedábamos afuera. Ya estaba. En vez del héroe podría haber sido el villano del partido. No piso nunca más Argentina... El gol fue increíble. Al otro día yo no podía ni hablar de lo que había gritado ese día. Si vos ves la jugada, decís “¡¿qué hacía Rojo ahí?”! Pasamos a una línea de 3, termina tirando el centro Gaby Mercado y yo llego por el otro lado... Me pusieron en ese lugar para que metiera ese gol”.
Luego, entre otras anécdotas, contó que una vez se lesionó el tobillo jugando con amigos en su barrio, en medio de las eliminatorias: “Jugábamos las Eliminatorias con la Selección. Era junio del 2012. El técnico era Alejando (Sabella). Yo estaba en el Sporting de Lisboa. Viajo para Argentina para el partido con Ecuador. Después teníamos fecha libre, por eso había un amistoso con Brasil. El que Leo metió tres. Un golazo el del final. Si mirás esos días, yo venía jugando de titular pero ahí quedé en el banco. Los dos partidos los jugó Clemente Rodríguez. Entre semana fui a jugar un día con amigos y sin querer me torcí el tobillo. Me quería morir. Imaginate... “¿Qué hago? ¿Qué hago?”, me repetía. Tenía 22 años. “Me van a matar, no vengo nunca más a la Selección”.
Y contó: “Así que al otro día llegué, me puse los botines y fui a entrenar aunque me dolía un montón. En una pelota media dividida me caigo, me quedo en el piso y le digo al doctor “me doblé el tobillo”. Dani Martínez me mira y me dice “esto no te lo hiciste ahora”. Claro, ya lo tenía todo morado, ja. Era como que lo tomaba por boludo. Entonces le digo: “Dani, bancame, por favor”. Después fui, hablé con Alejandro y me recontra re cagó a pedos. Pero decí que me conocía. Que sabía cómo era yo. Medio que me perdonó. Después de esa vez, nunca más.
“Sabella me dijo que era un boludo. Alejandro me conoce desde que tengo 18, 19 años. Me dijo que estaba loco. Que cómo iba a jugar con eso. Que suerte que el entrenador era él... La verdad que tenía razón. Si hubiera sido otro técnico en la Selección no me la dejaba pasar” Marcos Rojo.