El vóley masculino le dio una medalla de bronce a Argentina en Tokio. Una presea lograda con el esfuerzo de un grupo que rompió con los pronósticos iniciales en el certamen más exigente. Horacio Dileo, ayudante técnico, fue parte de este logro deportivo.
Todavía resuenan la alegría, los gritos de esa victoria histórica frente a Brasil. Todavía quedan los recuerdos de esos abrazos inolvidables para el vóley masculino argentino en los últimos Juegos Olímpicos. La medalla de bronce, la segunda de la historia, fue un logro colectivo de un grupo que mostró madurez y aptitud para llegar a subirse al podio.
Horacio Dileo, ayudante del entrenador principal Marcelo Méndez, charló con El Litoral desde Cannes, Francia. Dileo comenzó esta semana a entrenar en su rol de líder del cuerpo técnico, al Dragons en esa ciudad, campeón galo. Para el técnico porteño “es un desafío, una alegría. Me siento reconocido”, comentó. Horacio dejó de ser el preparador de Volei Renata en Brasil, cargo que ocupó durante cinco años.
-¿Cómo fue posible obtener la medalla de bronce en Tokio?
-Marcelo definió el logro como una historia de superación. Me parece que es la mejor definición. Nos fuimos superando partido tras partido y los jugadores quisieron y creyeron siempre. Y buscaron siempre. Es un premio a lo que ellos hicieron, creyeron y desearon tanto.
-¿Cuáles fueron las claves?
-Unión, solidaridad, estar siempre para el otro. Eso es lo que nos distinguió absolutamente. Y el volumen de trabajo fue muy, pero muy alto.
-¿Alguien pensaba que esto era posible?
-El objetivo que le pasó Marcelo a la Secretaría de Deportes y al ENARD fue una medalla. Y los jugadores creyeron que podíamos llegar, pero fue Marcelo el que nos motivó a creer eso, sin lugar a dudas.
-¿Cómo viste a Sebastián Solé y Luciano De Cecco, los dos santafesinos del equipo?
-Hablar de Seba y de Luciano para mí no es necesario. Ellos hablan por ellos mismos. Tienen una carrera que los define y tienen una personalidad de seres humanos que también los define. Lo único que podría decir es que son excelentes jugadores, maravillosas personas.
Volei Renata
Foto: Volei Renata
-¿Qué tan importantes fueron los logros en juveniles como el título mundial sub 23 en 2017?
-Sin dudas el trabajo que empezó Fabián Muraco hace muchos años atrás vino a ayudar a poder redondear esto. Creo que el vóley argentino tiene que tener claro que la base y los clubes, sobre todo, son lo que nos permiten potenciar el trabajo de adultos. Siempre hemos sido un país de clubes y de formación. Me parece que tenemos que seguir por esa misma línea.
-¿Cómo trabajaron la cuestión mental al estar tantos días concentrados, unos 80 en total?
-No hubo un trabajo específico. Se trabajó muchísimo. Y eso es algo que distingue a Marcelo en su capacidad como entrenador. Los jugadores nunca sacaron el pie del acelerador. Siempre que se les pidió más, ellos estuvieron dispuestos, listos para dar un poco más.
-¿Cuál fue el partido más difícil?
-No sé si hubo uno difícil. El de Estados Unidos fue un partido llave para nosotros porque era ganar y seguir. Era perder e irnos a casa. Y el equipo jugó de una manera perfecta.
-¿Cuál fue tu trabajo específico en el cuerpo técnico?
-Mi trabajo, como el de Rubén Eiras y Fabián Muraco, es asistir a Marcelo en todo lo que Marcelo precisa para la preparación de los partidos, para que él pueda tomar las decisiones finales porque siempre la decisión final es de Marcelo.
- ¿Cómo se puede potenciar la liga argentina?
-Creo que la liga argentina tiene que volver a ser lo que era. Creo que la pandemia perjudicó muchísimo, pero la liga tiene que volver. A mí me dio trabajo durante muchas temporadas y yo siento que yo ayudé a que la liga creciera como tantos otros entrenadores lo hemos hecho y lo hacen día tras día. Haberla jugado el año pasado en las condiciones en las que se la jugó habla muy bien de la organización porque se pudo desarrollar. Creo que tiene que haber un reconocimiento a eso que se hizo.