Es inevitable que, cada vez que Colón y Unión se han enfrentado en estos 94 episodios del clásico santafesino, se haya puesto la lupa sobre el "hombre de negro" (hoy ya "aggiornado" a los tiempos modernos de colores varios y más elegantes). El árbitro fue una cuestión de discusión, pedidos, preferencias y todo lo que se pueda tejer en base a su designación. El primero de todos fue Guillermo Nimo, aquél 30 de abril de 1967 en la soleada tarde del 15 de Abril, cuando se enfrentaron por primera vez. Un árbitro abonado a los partidos clásicos, que al año siguiente -1968- tendría aquél famoso episodio de la mano de Gallo que no vio y que le dejó servido en bandeja el título a Vélez del Nacional de ese año, en detrimento, nada menos, que de River.
Cuando los dos equipos militaban en el ascenso, era fácil suponer que el Colegio de Arbitros dispondría de un juez de Primera para que llegue a Santa Fe a dirigir el partido. Inclusive, árbitros de mucho renombre dejaban ese fin de semana de arbitrar en Primera para venir a garantizar el espectáculo en un partido de alto voltaje emotivo y popular.
Hubo arbitrajes buenos y otros que no lo fueron tanto, cosa absolutamente natural en un deporte donde el error convive entre los protagonistas. Pero en este caso, la designación (porque fue eso, una designación y no un sorteo en una fecha de clásicos como la que está en disputa) no admite discusiones: Néstor Pitana es uno de los mejores árbitros del fútbol argentino en los últimos tiempos y no en vano ha sido el encargado de representar al arbitraje argentino en los últimos dos mundiales, siendo el juez de la última final en Rusia.
Uno de los aspectos que se tuvieron en cuenta, es el historial que traen los árbitros con los respectivos equipos. Generalmente, la cuestión tiende a emparejarse con el paso del tiempo. Pero en el caso de Pitana, Colón ha ganado los últimos cuatro partidos que lo dirigió (entre ellos, la final ante Racing en San Juan) y con Unión hay una estadística altamente favorable, con el antecedente inmediato de la victoria ante River y el penal de Armani a Nardoni que algunos se encargaron de poner en duda, pero que él no dudó en señalar.
"Me gusta este clásico santafesino, estoy feliz de ir a Santa Fe a esta altura de la carrera, donde ya me va quedando cada vez menos pelo en la cabeza", dijo Néstor Pitana, en forma risueña, en un diálogo durante la semana en radio Sol, a la vez que admitió que "hago un estudio de cómo se paran los equipos, de los jugadores que tiene y del sello de cada entrenador. Sé que es un clásico, hay que vivir el partido, jugarlo, sentirlo".
"Haber dirigido aquella final entre Colón y Racing fue un premio. Colón lo jugó con mucha personalidad y fue un merecido campeón. Respecto de aquél episodio con Bernardi que la gente recuerda, los jugadores siempre dicen que tenemos que entenderlos porque están las revoluciones a mil. Pero nosotros también estamos así. Reconozco que me salió el "gringo" de adentro, me pareció una estrategia de demorar el tiempo, justo estaba el cambio de regla por la que la salida del jugador tenía que hacerse por el lugar más cercano y reaccioné así. Quizás fue exagerado, lo hablé con Bernardi después del partido, no fue un ataque personal ni nada por el estilo", dijo Pitana.
Dio también su opinión sobre el VAR y dijo que "no es sólo para el arbitraje sino para el fútbol en general. Habrá que tener paciencia, hay ligas que están hace tres o cuatro años y el fútbol argentino está dando ventajas en ese aspecto y se nota cuando vas a jugar Libertadores o Sudamericana".
Sobre el penal que le dio a Unión ante River, dijo que "la volví a ver a la jugada, la perspectiva sigue siendo la misma, veo que el arquero tiene una imprudencia a la hora de jugar el balón, se lo lleva puesto al delantero con su cadera y pierna. Para mí fue penal. Si hubiese existido el VAR, tendría que haberme mostrado algo muy distinto a lo que el árbitro vio para cambiar su decisión".