Las regatistas argentinas Victoria Travascio y María Sol Branz vivieron una odisea al arribar a Tokio, debido a que se registró un caso positivo en coronavirus en el avión que las trasladó hacia la ciudad japonesa, por lo que tuvieron que cumplir un estricto aislamiento.
"Al llegar a Japón y a poquitos días de habernos encontrado con nuestro barco que habíamos visto por última vez en febrero 2020, nos avisaron que nos habían declarado contacto estrecho por un caso positivo cercano en nuestro vuelo y que debíamos encerrarnos en nuestros cuartos por 14 días desde la fecha de nuestro vuelo", relataron las deportistas en un comunicado difundido por la red social Instagram.
Y agregaron: "La realidad es que al momento llevábamos hechos cinco test negativos desde nuestra llegada y tampoco nos habíamos sentado en nuestros supuestos asientos, ya que como el avión estaba casi vacío, habíamos viajado solas al fondo del avión y alejadas de los pocos turistas que volaban. Finalmente, fueron tres difíciles días en nuestros cuartos en los cuales nos dedicamos a seguir mejorando desde adentro".
Sin embargo, destacaron: "Por suerte y gracias al gran trabajo de muchas personas, al cuarto día nos dejaron salir para navegar y nos dieron un lugar separado en el club para armar nuestro barco, aunque siguiendo aún varias medidas de aislamiento que algunas seguirán hasta el 23 de julio".
"Hoy sólo lo vemos como una anécdota y como otro motivo de aprendizaje. Estamos listas para seguir superando los que vengan y cuántos vengan hasta la última regata", culminaron el escrito.
La organización de la máxima cita del deporte informó que se relevaron 58 casos positivos de Covid-19 desde el 1 de julio entre las cerca de 20 mil personas que arribaron al país por los JJ.OO.
Además, en las últimas horas se registraron los primeros casos en la Villa Olímpica, tras dar positivo dos jugadores de la Selección sudafricana de fútbol y un integrante del equipo de beach voley masculino de República Checa.