Rodolfo De Paoli se convirtió en la primera víctima entre los entrenadores de la Copa de la Liga Profesional al renunciar este lunes a su cargo en apenas tres fechas jugadas del certamen en el que sumó la misma cantidad de caídas.
El entrenador decidió dar un paso al costado luego de la tercera caída en fila en igual cantidad de fechas disputadas.
Rodolfo De Paoli se convirtió en la primera víctima entre los entrenadores de la Copa de la Liga Profesional al renunciar este lunes a su cargo en apenas tres fechas jugadas del certamen en el que sumó la misma cantidad de caídas.
Después de lograr el ascenso con "El Guapo", Barracas no logró hacer pie en su debut absoluto en primera división pese a tener un arranque "amable" en el fixture, ante Central Córdoba, en Santiago del Estero (1-3), también como visitante de Lanús (0-2) y este lunes como local frente a Tigre, el otro ascendido esta temporada, en cancha de Huracán (también 0-2).
De Paoli, que tiene como antecedentes de entrenador haber dirigido a Real Pilar y Nueva Chicago, tiene 43 años y simultáneamente se desempeña como relator en TyC Sports, siguiendo especialmente al seleccionado argentino.
Las razones de su renuncia las puso de manifiesto en un sentido comunicado que se publicó en las cuentas sociales del club y cuyo texto fue el siguiente: "Este es un mensaje para la gente del club. Les quiero agradecer la posibilidad que me dieron el año pasado, en especial para la familia Tapia (el presidente de AFA, Claudio, le dio el nombre al estadio y su hijo Matías es el titular de la institución) que me abrió las puertas para demostrar mis capacidades junto a mi cuerpo técnico, con el que logramos el ascenso",
"Hoy, más allá de que muchos crean que no se dan los resultados, es una decisión que tenía tomada hace 10 días. Es un tema muy personal y hoy el equipo, con las tres derrotas seguidas necesita una inyección anímica que lamentablemente no se la puedo dar". siguió el texto. Y cerró: "Le deseo lo mejor a este plantel, a este club, al que voy a estar agradecido eternamente. Es un hasta luego y no un hasta siempre".
Los nombres para reemplazarlo explotaron de inmediato y el que picó en punta fue el de Facundo Sava, que justamente dirigía al Quilmes que perdió ante Barracas Central la posibilidad de ascender a la Liga Profesional.