Una de las acciones más cuestionadas por las autoridades de Qatar para el Mundial de Fútbol, es la prohibición de las banderas con los colores del arcoíris para “proteger a aficionados de agresiones”, por temas culturales.
La país anfitrión de la Copa del Mundo volvió a instalar una polémica por sus diferencias culturales y legales que atentan contra los derechos civiles de otros países.
Una de las acciones más cuestionadas por las autoridades de Qatar para el Mundial de Fútbol, es la prohibición de las banderas con los colores del arcoíris para “proteger a aficionados de agresiones”, por temas culturales.
En una conversación ofrecida a Associated Press, el Mayor General de la policía de Qatar, Abdulazis Abdullah Al Ansari, se mostró abierto a la presencia de las parejas LGBT y aseguró que todos son bienvenidos y aceptados, aunque en el país sus leyes son conservadoras y se considera que las relaciones de personas del mismo sexo es un delito penal.
Por otra parte, la autoridad policial qatarí sí reconoció que no está de acuerdo con la promoción de las libertades de la comunidad, así como la presencia de la bandera con el color del arcoíris en los ocho estadios donde se realizarán los partidos, pese a que la FIFA y la organización del Mundial habían señalado que no habría ningún problema con ello.
“Si un aficionado ondea una bandera arcoíris y yo se la quito, no es porque yo realmente lo quiera, que en verdad se la quiera quitar e insultarlo, sino más bien protegerlo. Porque yo no, pero alguien más cerca podría agredirlo. Yo no puedo garantizar el comportamiento de toda la gente. Y le diré: ‘Por favor, no hay necesidad de realmente ondear esa bandera en este momento“, comentó Al Ansari para AP.
Pese a todo, el jefe de la policía considera que ver el fútbol es bueno, pero no será aceptada manifestaciones al respecto debido a que no es aceptado en la cultura del país.