El fiscal general suizo, Michael Lauber, cuestionado por su gestión del escándalo de corrupción conocido como "FIFAgate", presentó este viernes su dimisión, anunciada en un comunicado.
El fiscal general suizo, Michael Lauber, cuestionado por su gestión del escándalo de corrupción conocido como "FIFAgate", presentó este viernes su dimisión, anunciada en un comunicado.
Michael Lauber, sospechoso de connivencia con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con quien sostuvo una serie de reuniones informales mientras se lo investigaba, afirmó haber presentado su dimisión "en interés de las instituciones".
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El fiscal fue apartado el año pasado de la investigación sobre el escándalo de corrupción en la FIFA, debido a sus contactos no declarados, pero revelados por los medios, con el presidente de la organización.
Además, fue sancionado con una reducción de salario del 8% al año por la Autoridad de Vigilancia de la Fiscalía Suiza (AS-MPC) por haber mentido y "obstaculizado" la investigación disciplinaria sobre su persona.
La reputación de la Fiscalía
Su dimisión se produjo tras la decisión del Tribunal Federal Administrativo (TAF), al que acudió el propio Lauber para denunciar las sanciones que le fueron impuestas.
En un comunicado, el TAF indicó este viernes que confirmaba "en lo esencial las faltas al deber del fiscal general, en particular en lo relativo al tercer encuentro con el presidente de la FIFA, considerado asimismo por el tribunal como una violación grave de los deberes del cargo".
El TAF también incluye entre sus conclusiones que el fiscal general "atentó contra la reputación" de la fiscalía general. Sin embargo, atenuó la reducción de su salario del 8 al 5%.
"Respeto la decisión del Tribunal Federal Administrativo. Sin embargo, mantengo mi rechazo firme a la acusación de haber mentido", declaró Lauber en el comunicado de su dimisión.