Tomás Rodríguez | Especial para El Litoral
Hace tres décadas, la tenista argentina más destacada de la historia, ganó su primer Masters, en el Madison Square Garden de Nueva York.
Tomás Rodríguez | Especial para El Litoral
En 1988, en Nueva York, Gabriela Sabatini venció en forma sucesiva a la búlgara Katerina Maleeva, por 6-2 y 6-1; a la bielorrusa Natasha Zvereva, por un doble 6-1; a la checa Helena Sukova, por 6-2 y 6-4. Luego, en la final del 20 de noviembre, hizo lo propio con la estadounidense Pamela Howard Shriver, por 7-5, 6-2 y 6-2, adjudicándose el título del Masters Femenino.
“Gaby” nació el 16 de mayo de 1970 en el Hospital Italiano de Buenos Aires y vivió su infancia en el barrio porteño de Villa Devoto. A los seis años comenzó a jugar tenis en el frontón del Club Atlético River Plate, siguiendo los pasos de su hermano Osvaldo y unos meses después, el profesor Daniel Fidalgo la invitó a sumarse a la escuelita de tenis de la entidad millonaria.
A los 12 años ganó el Mundialito Infantil en Caracas, ratificando el talento que ya había anticipado en los torneos de esa especialidad infantiles, metropolitanos y nacionales.
Dos temporadas más adelante, Sabatini fue campeona mundial juvenil en singles y dobles, al imponerse en Roland Garros (Francia) y otros cinco certámenes de menor importancia que el Grand Slam galo.
Por otra parte, el martes 25 de octubre de 1983, según lo contara la periodista Luisa Niglia en la revista Mundo Amateur, en el court del Buenos Aires Lawn Tennis Club, con sólo 13 años, enfrentó en una final a la número uno del escalafón argentino de mayores, Ivanna Madruga. En el segundo set la cordobesa se retiró por unas dolencias musculares.
El reglamento estipulaba que se debía esperar 15 minutos antes de dárselo por perdido al partido, pero “Gaby”, la chiquilina flaquita, prefirió esperarla todo el tiempo que se demoró, para seguir jugando y perder como era lógico dicho juego. Porque ése fue el espíritu deportivo que siempre acompañó a Sabatini.
La profesional
Su debut como profesional fue a los 13 años y le ganó a la griega Angeliki Kanellopoulou en Estados Unidos. Allí comenzó a demostrar su talento y ductilidad en un circuito en el que comenzaba a prevalecer la fortaleza física.
Sabatini hizo su presentación oficial en el campo rentado en nuestro país, en octubre de 1984, adjudicándose el torneo internacional del Buenos Aires Lawn Tennis Club; además, brilló desde muy jovencita en Roland Garros y en el Orange Bowl.
Había aprendido tan bien el juego, que antes de permitirle a 1985 que partiera, ya tenía un título del circuito grande. Lo celebró, incrédula, hasta ella misma, en Tokio frente a la estadounidense Linda Gates.
En mayo de ese año, se convirtió en la semifinalista más joven de la historia de Roland Garrós, uno de los cuatro certámenes que conforman el Grand Slam, junto a Wimbledon, Australia y Estados Unidos.
Cinco meses después se impuso en su primer torneo profesional: el Abierto de Japón, con solamente 15 años. El encanto colectivo por su figura y por sus actuaciones se hizo más masivo en diciembre de 1986 cuando consiguió su segundo título grande de local, en una Buenos Aires que le aplaudía cada golpe y contra la española Arantxa Sánchez Vicario, quien sería una rival repetidísima y muy dura de allí en más.
Obtuvo tres títulos en 1987: Pan Pacific de Tokio; Brighton (Inglaterra) y de nuevo Buenos Aires, ante la alemana Isabel Cueto y un tenis más bonito que, otra vez, la ubicó en la semifinal de Roland Garrós, auguraron que en 1988 sucederían cosas grandiosas.
En la “Gran Manzana”
Justamente, en el Madison Square Garden se adjudicó el Masters, torneo que volvió a conquistar en 1994. La chica argentina, la más linda del circuito, exhibía un juego capaz de casi todo y lo puso a disposición de quien quisiera mirarla en donde fuera.
En Boca Raton (condado de Palm Beach, estado de Florida), venció en la final a la alemana Steffi Graf, líder de la época y una de las mejores de toda la historia, Después aprendió a sentirse en Roma (Italia) como en su casa y avanzó hasta el primero de sus cuatro campeonatos, allí treparía hasta su tercera semifinal en Rolan Garrós.
Sabatini también logró la única presea de plata para la República Argentina en los Juegos Olímpicos de la Ciudad Especial de Seúl (Corea del Sur), luego cayó en Montreal (Canadá) ante Natasha Zvereva (Bielorrusa); perdió la final del Abierto de Estados Unidos ante Graf en tres parciales parejos y muy disputados y en diciembre, ante la estadounidense Pam Shriver, se impuso en el primero de los dos Masters.
Tercera en el mundo
En febrero de 1989, Gabriela Sabatini llegó al tercer escalón del Ranking Mundial y sonaba a extravagante la posibilidad de que perdiera. Miami, Amelia Island (ante Graf), otra vez Roma, Fielderstadt (Alemania) y Boca Raton prestaron sus suelos para que se llevara un quinteto más de campeonatos de esa inolvidable temporada.
En el mismo año, en pareja con la alemana Graf, transformando en sencilla cada cuestión de tenis, fue subcampeona de doble de Roland Garros por tercera vez, aunque tenían un consuelo, juntas habían ganado en Wimbledon en 1988.
En su segunda participación olímpica, cayó en los Juegos Deportivos de Atlanta 1996 en octavos de final.
Cabe consignar que el 8 de septiembre de 1990, se impuso en el US Open, logrando su único triunfo de Grand Slam, en el Estadio Louis Armstrong de Flushing Meadows Park.
En esa oportunidad, Gabriela venció en la final a la número uno del mundo, la alemana Steffi Graf, por 6-2 y 7-6 (7-4). Previamente, había dejado en el camino a la estadounidense Kathrin Jordan; a la francesa Isabelle Demongeot; a la belga Sabine Appelmans; a la checa Helena Sukova; a la georgiana Leila Meskhi; y a Mary Joe Fernández (dominicana-estadounidense).
Estelar
Las fotos de “Gaby” con una copa campeona entre los dedos o con sus movimientos casi de danza en el fondo de cada cancha, capturaron las tapas de las revistas y de los diarios con una frecuencia que no tenía casi ninguna noticia del deporte. Sabatini realizó méritos suficientes para que el Círculo de Periodistas Deportivos de la República Argentina la distinguiera con el premio Olimpia de Oro de 1986 y 1987.
27 títulos
obtuvo en 213 campeonatos disputados. Fue finalista en 28 y semifinalista en 57; mientras que en cuartos de final estuvo en 39 ocasiones. En total, ganó 632 partidos y perdió 189 en 821 juegos, con un 77% de efectividad y en el ranking de ganancias, sumó 8.785.850 dólares.
4 veces
ganó Sabatini el Abierto de Italia, que se disputaba en Roma