Cuando Blancanieves y los 7 enanitos se instalaron en el desaparecido Parque Oroño
La iniciativa formó parte de una serie de ornamentaciones en los espacios públicos de la capital provincial. El recuerdo de uno de los lugares más bellos que tuvo la ciudad, que fue víctima de una feroz inundación.
La representación de la historia oral que se materializó en un cuento. La imagen fue creada por la IA Grok.
Entre fines del siglo XIX y hasta pasada la mitad del XX, la ciudad de Santa Fe contó con uno de los espacios públicos más bellos y arreglados de la región. El Parque Oroño fue un emblema de la capital provincial, escenario de innumerables fotografías de antaño, que marcaron una época.
Ubicado en la margen Este, donde se confunde la laguna Setúbal con el río Santa Fe este lugar acogió obras ornamentales de gran significado para aquellos tiempos. La fuente y la pérgola, muy característicos en aquel entonces marcaron el devenir del bello paisaje.
Una vista aérea del bello parque que tuvo la ciudad.
A mediados de la década del ‘50, unos años antes de desaparecer al Parque Oroño le instalaron una novedosa ornamentación acorde a las flamantes innovaciones en el cine y la literatura contemporánea.
Las autoridades locales diseñaron un plan para decorar los espacios públicos santafesinos con figuras de cuentos y películas infantiles. “Nuevo motivo de ornamentación en el Parque Oroño”, tituló El Litoral el miércoles 19 de enero 1955.
El recorte con la noticia que dio a conocer El Litoral, en el verano del '55.
Cerca del Colgante
“Oportunamente, el Departamento Ejecutivo de la Municipalidad dispuso que en distintas plazas y paseos se colocaran figuras de los personajes de los cuentos infantiles más conocidos, como motivo de ornamentación y también para entretenimiento de los niños”, explicaba el artículo en sus primeros párrafos.
Y continuaba: “Esta disposición tuvo comienzo de aplicación con la colocación, en la parte adyacente al puente Colgante del parque Oroño, de ocho figuras escultóricas que representan a Blanca Nieves y los Siete Enanitos”.
La fotografía de los muñecos de la fábula instalados en el parque.
Según explicó El Litoral las estatuillas “fueron diseñadas y construidas por el señor Miguel Ferrari, jefe de la Oficina General de Festejos y Ornamentaciones de la comuna, con la colaboración de personal especializado de esa repartición, empleándose para ese trabajo cemento y esmalte sintético”.
En el final se destacó: “Ese lugar será dotado de una iluminación especial mediante reflectores, para que las figuras sean bien visibles durante la noche. La figura de Blancanieves, como puede observarse en la nota gráfica, ha sido asentada sobre un pequeño montículo y las de los enanitos fueron colocadas en un plano inferior, resultando el conjunto interesantes como motivo de ornamentación”.
El parque fue una de las "estrellas" que tuvo Santa Fe a principios de siglo XX.
En el ‘66
Una de las inundaciones más temibles que sufrió Santa Fe fue la registrada en 1966. Por aquel entonces, el río Paraná creció a tal nivel que obligó a cortar la Ruta Nacional 168 y la Ruta Provincial 1. En lo que refiere a la capital provincial, la crecida puso en serio riesgo al puente Colgante y destruyó el parque Oroño.
Como contó El Litoral, de ese espacio verde sobrevivió la fuente, que fue instalada años más tarde en la cabecera Este del puente, transformándose con el tiempo en el elemento que da la bienvenida a quienes llegan a la ciudad fundada por Juan de Garay.
Pérgolas y en el medio la fuente, hoy instalada al pie del puente Colgante.
La historia de Blancanieves
Blancanieves es una princesa de gran belleza, pero su madrastra, la malvada reina, está celosa de ella. Un día, el espejo mágico de la reina le revela que Blancanieves es la más hermosa del reino, lo que enfurece a la reina. Por ello, ordena a un cazador que mate a Blancanieves. Sin embargo, el cazador, al compadecerse de la princesa, la deja escapar en el bosque.
La joven se refugia en una casa donde viven siete enanos, quienes la protegen. Mientras tanto, la reina descubre que Blancanieves sigue viva y, disfrazada, la engaña en tres ocasiones con objetos envenenados: un corsé apretado, una peina y, finalmente, una manzana envenenada. Blancanieves cae en un profundo sueño tras morder la manzana.
Los enanos, al encontrarla, creen que está muerta y la colocan en un ataúd de cristal. Un príncipe que se había enamorado de ella llega, la besa y rompe el hechizo, despertándola. Blancanieves y el príncipe se casan, y la reina malvada recibe su castigo, quedando fuera de la historia. Blancanieves, feliz, vive para siempre con el príncipe en su reino.
El cuento fue popularizado por los hermanos Grimm, Jacob y Wilhelm Grimm, dos escritores alemanes que recopilaron y publicaron numerosas leyendas y cuentos populares de su país. La historia fue incluida en su famoso libro "Cuentos de hadas de los hermanos Grimm" (Grimm's Fairy Tales), publicado por primera vez en 1812.
Aunque los Grimm no fueron los creadores originales del cuento, ya que este formaba parte de la tradición oral europea, ellos lo recopilaron y lo adaptaron a su estilo. La versión que hicieron de Blancanieves ha llegado a ser la más conocida en todo el mundo.
El 21 de diciembre de 1937 se estrenó la versión de Walt Disney. Fue el primer largometraje de animación de la historia del cine y marcó un hito en la industria cinematográfica, siendo un gran éxito tanto en crítica como en taquilla. Esta película animada fue dirigida por David Hand y se basó en el cuento de hadas de los Grimm.
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