El Litoral
Las hermanas Serena y Venus Williams se reencontrarán el lunes en la tercera ronda de Indian Wells, un torneo que quedó marcado a fuego para las estadounidenses por lo ocurrido en 2001.
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En las semifinales de hace 17 años, Venus se retiró antes de medirse a Serena y la menor de las Williams avanzó a la final sin jugar. El público no se lo tomó bien y sospechó que las hermanas habían arreglado que Serena se clasificara a la final. Un día antes, además, la jugadora rusa Elena Dementieva acusó al padre de las Williams, Richard, de decidir los partidos entre sus hijas.
Serena, entonces de 19 años, fue abucheada por los aficionados durante la final que ganó a la belga Kim Clijsters. También increparon a Richard y a Venus, presentes en la grada.
"Las falsas acusaciones de que nuestros partidos estaban arreglados nos dolieron y nos desgarraron profundamente por dentro. El trasfondo de racismo fue doloroso, confuso e injusto", dijo Serena en un artículo publicado por la revista "Time" en 2015.
Fue en aquella temporada, la 2015, cuando Serena regresó a Indian Wells tras 14 años boicoteando el torneo. "Dije muchas veces que no jugaría más en Indian Wells. Y créanme, lo pensaba de verdad. Admito que me daba miedo. ¿Y si salía a la cancha y todo el público me abucheaba? La pesadilla comenzaría de nuevo", contó en el mismo artículo de "Time".
En 2015 fue semifinalista y un año después alcanzó la final. En 2017 estuvo ausente por embarazo y ahora está disputando su primer torneo tras dar a luz a su primera hija en septiembre.
El sábado, en la segunda ronda, derrotó a la holandesa Kiki Bertens 7-6 (7-5) y 7-5, mientras que Venus batió a la rumana Sorana Cirstea por 6-3 y 6-4.
"Tengo un largo camino por recorrer. Me sentí mejor que en la primera ronda pero aún estoy un poco oxidada. Esto es una prueba, viajar con la bebé y jugar es tan nuevo para mí", comentó Serena, de 36 años.
El choque del lunes, número 29 entre las hermanas, acaparará la atención de los asistentes al torneo californiano que ha servido de escenario perfecto para el regreso de la ganadora de 23 Grand Slams.
Las Williams no se enfrentan desde la final del Abierto de Australia el año pasado, cuando Serena completó 17 triunfos ante su hermana, que tiene 11.
La que es considerada la mejor tenista de los últimos tiempos reconoció que enfrentarse a Venus no es algo que desee pero que su espíritu competitivo la hace disfrutar el juego.
"Realmente aborrezco cada vez que jugamos pero disfruto la batalla cuando estoy allí", indicó la tenista de 36 años.
En otros partidos del sábado, la danesa Caroline Wozniacki, segunda favorita, ganó a la española Lara Arruabarrena 6-4 y 6-1, mientras que la ucraniana Elina Svitolina venció a la alemana Mona Barthel por 6-4 y 6-3. Madison Keys, finalista del último US Open, cayó con la estadounidense Danielle Collins por 6-3 y 7-6 (7-1).