Con siete fechas más un partido postergado (Independiente- River) por jugar, los clubes que componen la máxima categoría del fútbol argentino iniciaron hace más de una semana una revuelta que, si bien está enmarcada en la cesión de jugadores a la Selección sub 23 que participarán del Preolímpico, tiene un trasfondo económico.
Es que en cada una de las declaraciones, lo que verdaderamente quieren hacer muchos de los clubes es renegociar un contrato de televisión que quedó desfasado respecto de la depreciación del peso argentino sobre el dólar.
Así, como muchos de los contratos con los futbolistas se realizan en dólares, los dirigentes de los clubes de Superliga no pueden reforzarse porque ese ingreso de dinero por parte de los derechos de TV no les alcanza.
Lo cierto es que el próximo miércoles a las 13:00 está convocada la reunión de la Mesa Directiva, integrada por el presidente de la SAF, Mariano Elizondo, más los representantes Jorge Brito (vice de River), Cristian Devia (secretario de Racing), Carlos Montaña (vice de Independiente), José Lemme (presidente de Defensa y Justicia), Mario Leito (presidente de Atlético Tucumán), Augusto Costa (vice de Vélez) y Juan José Concina (prosecretario de Newell´s).
Además, como Boca y San Lorenzo todavía no definieron sus representantes tras las elecciones, en su lugar podrían estar Rodrigo Escribano y Pascual Caiella, vicepresidentes de Talleres y Estudiantes de La Plata, respectivamente.
Ante esa situación, lo que evalúa la Superliga es automáticamente convocar a la reunión de Comité Ejecutivo, con el resto de los clubes que la componen para ese mismo miércoles por la tarde o el jueves al mediodía, para no demorar más esta posible decisión de postergación.
Inicialmente, y votado por los mismos clubes, el programa tenía previsto reiniciar la competencia el próximo viernes 24 de enero, con una fecha entre semana inmediata, ya que luego con el inicio de la Copa Libertadores, Sudamericana, más fecha FIFA, sería imposible de hacerlo.
Por su parte el partido entre River e Independiente, que deben disputar para ponerse al día, se jugaría independientemente de la decisión que se tome en la reunión.