El mendocino Orlando Terranova (BMW) logró en la víspera su mejor resultado en un Dakar, al terminar quinto en la clasificación general de Autos. Es que se trata de una prueba que le había resultado esquiva desde que la corrió por primera vez, en Motos, en África, en 2005.
Ese año, Orly había abandonado, al igual que en 2007, 2009, 2011 y 2012; mientras que la única edición que había concluido fue la de 2010, cuando llegó noveno a bordo de un Mitsubishi.
* “La pasamos muy bien, el equipo está feliz y yo también lo estoy, pero ahora hay que empezar a sacar las conclusiones y ver qué nos ha dejado este Dakar. Debemos analizar por qué no fuimos tan rápidos, para trabajar a futuro en esas debilidades”.
* “Fue una carrera sin descanso, en la que es suficiente con ver las huellas de Robby Gordon (Hummer), que se pasa en todos lados, y ahí te das cuanta el ritmo que tiene la carrera. Lo bueno es que nosotros no le venimos pegando a las cosas”, ironizó.
A su vez, el mendocino recalcó “lo bien que anduvo la BMW. La gente tal vez creyó que era un auto que no andaba bien, pero me cansé de repertirlo y acá están los resultados. La regularidad cotiza muy bien en el Dakar”.
Antes de despedirse y fiel a su estilo polémico, recordó a su ex navegante Andy Grider, quien se bajó en la quinta etapa del año pasado y por ende lo obligó a abandonar: “Lo de Grider fue mi presencia más cercana a la droga y el alcohol. Hay que estar lejos de eso porque le hace mal a las personas, y le hace daño a su entorno. Le deseo que se cure“, disparó al despedirse.