El Litoral / SoyMotor.com
El alemán (Ferrari) se impuso en una atractiva competencia en Silverstone y consiguió su triunfo 51 en la máxima categoría, igualando la línea de Alain Prost. Su compañero de equipo, el finés Kimi Raikkonen fue tercero. Entre ambos finalizó el local, Lewis Hamilton (Mercedes), que tras ser golpeado por Raikkonen en la primera vuelta, tuvo una espectacular remontada desde el fondo para llegar el podio.
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Sebastian Vettel ganó el GP de Gran Bretaña. Ganó en casa de su rival, en casa de Lewis Hamilton, cuya carrera quedó condicionada por un polémico incidente con Kimi Raikkonen en la primera curva. Vettel sumó 25 puntos y Hamilton salvó los muebles con una remontada memorable que le llevó hasta la segunda posición, con su verdugo Raikkonen en el tercer escalón del podio.
Además, Vettel alcanzó su victoria número 51 en la máxima categoría del automovilismo, igualando la cantidad de triunfos del francés Alain Prost.
Silverstone se vistió de gala para recibir una nueva edición del GP de Gran Bretaña, una de las pruebas más emblemáticas del calendario. Lo hizo en un domingo de perfecto verano, en una continuación de las condiciones meteorológicas vividas durante el fin de semana. La temperatura de la pista, de 52 grados, convirtió la gestión de los neumáticos en un factor determinante, en especial para Vettel, que acusó más desgaste que los Mercedes.
En la matinal de la jornada, la FIA condenó a tres coches a salir desde el Pit-Lane. La primera penalización fue para Brendon Hartley (Toro Rosso), que montó el sexto motor de combustión y el quinto MGU-K después de su accidente en la jornada del sábado. Las dos restantes fueron para los pilotos de Williams, Lance Stroll y Sergey Sirotkin, que rompieron la normativa del parc fermé tras detectar una anomalía aerodinámica en su configuración del sábado.
Lewis Hamilton salía desde la Pole Position y Sebastian Vettel desde la segunda fila de la parrilla. La expectativa era máxima ante el duelo de los dos favoritos al Mundial de Pilotos, con un Hamilton deseoso de hacer las delicias de sus aficionados y un Vettel decidido a aguarle la fiesta en su casa. Los dos se dirigieron a la parrilla con el compuesto blando, al igual que el resto de pilotos salvo los coches del equipo Renault, que se decantaron por el compuesto medio, el mismo que adoptaron Stroll y Hartley.
Salida. Hamilton no entregó bien la potencia y le patinaron las ruedas. Perdió inercia y mucho terreno. Atento, Vettel asumió el liderato ipso facto y acto seguido Valtteri Bottas aprovechó el error de su compañero para rebasarlo en Abbey. Lewis era tercero, pero su pesadilla acababa de empezar.
Kimi Raikkonen, tercero en parrilla, venía como una exhalación. Negoció Abbey y se pegó a Hamilton al trazar la curva Farm. Llevaba más velocidad que el inglés, que aún no se había recuperado de su arrancada. Kimi tomó la trazada exterior y se situó en el interior en el camino hasta Village. Hamilton frenó tarde y bien, pero Raikkonen bloqueó y se llevó por delante al cuatro veces campeón del mundo. El Mercedes acabó en la escapatoria y Lewis cayó al fondo de la clasificación, condenado a una remontada a la desesperada. Kimi siguió adelante, pero recibió una sanción de 10 segundos que cumplió en su parada.
Sebastian Vettel era el gran beneficiado del accidente de Lewis Hamilton. Al final de la primera vuelta, era líder y su rival era 18° a 13 segundos de cabeza de carrera. Valtteri Bottas era segundo seguido de Max Verstappen tercero, mientras que Kimi Raikkonen era cuarto después de adelantar a Daniel Ricciardo en Copse.
La remontada de Hamilton tuvo un parecido notable con la que Vettel hizo en Francia hace tres semanas. Con un coche muy superior al resto, recobró la concentración e inventó adelantamientos a discreción. En la Vuelta 6 ya era décimo, lo que le daba acceso a los puntos. Cuatro giros después, ya había adelantado a toda la zona media para reengancharse al grupo de cabeza. Su déficit con el líder de carrera oscilaba los 25 segundos.
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Kimi Raikkonen abrió la veda de las paradas en la Vuelta 14. Entró en boxes y sirvió su penalización, lo que le relegó por detrás de Daniel Ricciardo. Max Verstappen le siguió en la Vuelta 18 y, como él, también se decantó por el compuesto medio.
Vettel se mantuvo en pista unos minutos más. El alemán ostentaba una ventaja de 5 segundos sobre Bottas, aunque no era claramente superior. El motivo, la degradación de los neumáticos. El teutón sufrió más que su rival y eso se tradujo en una pérdida de ritmo progresiva, hasta que en la Vuelta 21 optó por jugar sobre seguro y parar. Bottas paró un giro más tarde sin que se produjera un intercambio de posiciones. Lewis Hamilton entró en la Vuelta 26.
Cuando la carrera superó su ecuador, la ventaja de Sebastian Vettel sobre Valtteri Bottas se había reducido hasta los tres segundos. Valtteri le arañaba décimas vuelta vuelta y Sebastian pilotaba de forma conservadora para evitar que se reprodujeran los problemas de desgaste de su primer juego de Pirelli P Zero. Hamilton, sexto, estaba a poco más de 10 segundos del podio.
La carrera dio un vuelco en la Vuelta 32, cuando Dirección de Carrera sacó a pista el coche de seguridad. El motivo, un accidente de Marcus Ericsson (Sauber). El piloto sueco intentó tomar la primera curva con el DRS abierto, pero la carga aerodinámica de su modesto Sauber fue insuficiente para cumplir semejante propósito. El monoplaza se desbocó y acabó contra las protecciones, en una repetición del accidente que Romain Grosjean (Haas) protagonizó en los Libres 3.
El dilema era parar o no parar. Sebastian Vettel no se lo pensó y entró en el Pit-Lane, donde le esperaban los mecánicos de Ferrari con un juego del neumático blando. También entraron Max Verstappen y Kimi Raikkonen, que adoptaron el mismo compuesto. Quienes no lo hicieron fueron los Mercedes. Valtteri Bottas se quedó fuera y así asumió el liderato de la carrera, aunque con un juego de gomas viejo y expuesto a la ofensiva de Vettel, que le pisaba los talones. Hamilton era tercero. Ricciardo, sexto, acusó el haber hecho su segunda parada instantes antes de la neutralización de la prueba.
La resalida se dio en la Vuelta 38. Ninguno de los líderes falló. Bottas reaccionó bien, como también Vettel y Hamilton, que conservaron la segunda y la tercera plaza. Donde sí hubo acción fue en la pelea por el cuarto lugar. Raikkonen adelantó a Verstappen en Brooklands, pero el holandés no se acobardó. Adoptó la trazada exterior en Luffield y encontró más adherencia que Kimi, la suficiente para ejecutar un espectacular adelantamiento marca de la casa para recuperar la posición.
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La bandera verde duró muy poco. Carlos Sainz (Renault), 12°, se despegó del rebufo de Romain Grosjean en la recta que conduce a Copse para superar al Haas. Sainz se fue a la línea exterior y aprovechó la inercia para ganarle la posición, y hubiera completado la maniobra de no ser por Grosjean. Carlos trazó Copse y dejó espacio en la línea interior para su rival, pero Romain perdió el control de su monoplaza e impactó contra el RS18. Los dos coches acabaron mal y el coche de seguridad volvió a salir para facilitar la intervención de los comisarios.
En la resalida, después de un intercambio de posiciones entre Fernando Alonso y Kevin Magnussen, empezó la guerra de verdad: la pelea entre Mercedes y Ferrari por la victoria del GP de Gran Bretaña.
Vettel lanzó su ofensiva en la Vuelta 44. Lo intentó en Brooklands, lo intentó en Luffield, lo intentó en Copse. Curva a curva, kilómetro a kilómetro, el Ferrari atacaba y disputaba el liderato de la carrera. Bottas resistió lo que pudo, hasta que Vettel ejecutó el adelantamiento en la Vuelta 47. Fue en la frenada de Brooklands. El teutón se despegó del rebufo del Mercedes en el último instante y le ganó la línea interior de la curva, que le valió emerger de la misma en cabeza de carrera. En ese mismo punto, Hamilton y Raikkonen adelantaron a Bottas unos giros después para situar dos Ferrari en la zona del podio. En los compases finales, Max Verstappen abandonó tras un trompo en Club.
Sebastian Vettel no dejó que la primera posición se le escapase y cabalgó hasta la victoria en el circuito de Silverstone. Cruzó la línea de meta con una ventaja de tan sólo dos segundos sobre Lewis Hamilton, que completó una remontada magnífica para salvar los muebles en casa. Una actuación perfecta de los dos candidatos al Mundial de Pilotos, que ahora trasladarán su pelea a Alemania, al Hockenheimring. La casa de Vettel.