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Uno de cada cuatro adultos mayores sin jubilación vive en condiciones de pobreza, según un informe dado a conocer hoy por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), que juzgó que las moratorias previsionales "no resuelven" esa situación y constituyen "una enorme hipoteca" en el sistema de seguridad social.
A cambio de moratorias, la consultora abogó por "reformar el sistema previsional", o como se hacen en países como Uruguay poner el énfasis en "reducir la informalidad". "Las moratorias constituyen un irracional derroche de recursos públicos. Generan jugosos honorarios a intermediarios y una enorme hipoteca al sistema previsional", objetó.
Asimismo, la consultora consideró que "tan paradójico como injusto resulta que ANSES regale indiscriminadamente jubilaciones mientras no cumple con los jubilados que hicieron aportes, acumulando miles de juicios".
El informe indicó que, según el Presupuesto Nacional, el gasto de las moratorias "equivale a 2,5 por ciento del PBI o la mitad del gasto que generan las jubilaciones de las personas que hicieron aportes".
El estudio detalló en base a cifras oficiales que en 2004, había 1,8 millón de personas en edad de jubilarse sin cobertura previsional de las que el 20 por ciento formaban parte de los hogares que se ubicaban en el primer quintil de la distribución del ingreso; en 2010, luego de las primeras moratorias, había 740 mil personas en esa situación, de las que el 20 por ciento integraban los hogares más pobres y en 2013, se estiman en 1 millón las personas en edad de jubilarse sin cobertura de las que el 23 por ciento forman parte de las familias de más bajos ingresos.
"Tanto antes como después de las moratorias aproximadamente 1 de cada 4 adultos mayores sin jubilación forman parte de los hogares más pobres. Esto confirma -como era previsible dado el rudimentario diseño de las moratorias- que sólo una parte minoritaria de las jubilaciones distribuidas favorecieron la inclusión social. La mayoría fue en beneficio de adultos mayores que ocupan los segmentos medios y altos en la distribución del ingreso", planteó.
La consultora sostuvo que "en la experiencia internacional, se encuentran estrategias mucho más inteligentes" y mencionó como ejemplo a países como Uruguay que pone énfasis "en reducir la informalidad, perfeccionar el sistema previsional mixto, que combina reparto con capitalización, y para los adultos mayores en situación de vulnerabilidad establecen prestaciones no contributivas focalizadas".
"Otros países contemplan prestaciones no contributivas universales y en paralelo ofrecen alternativas para aumentar el haber a través de ahorros previsionales voluntarios", explicó. Según el análisis, "en lugar de seguir improvisando es fundamental reformar el sistema previsional".
"Las moratorias promueven la informalidad laboral ya que llevan a aplicar impuestos al salario muy altos que no son compensados con prestaciones proporcionales al esfuerzo contributivo", criticó.
Para IDESA, con un sistema previsional "mejor organizado es factible reducir la informalidad y darle viabilidad a un sistema de prestaciones no contributivas, financiado con rentas generales, que garantice que ningún adulto mayor sea condenado a situación de pobreza".