Martes 15.8.2023
/Última actualización 22:05
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) investiga a operadores de bolsa y comitentes que realizaron significativas compras de Dólar Mercado Electrónico de Pagos (MEP) y que, según los registros del organismo, no poseen ingresos o bienes que justifiquen o posibiliten la concreción de dichas operaciones.
Se estima que solo durante la última hora del viernes pasado llevaron a cabo operaciones superiores a los 38 millones de dólares. En ámbitos financieros y políticos se estima que muchos operadores contaban con información privilegiada sobre la devaluación que sobrevendría el lunes, tras las primarias.
El viernes 11 la cotización del dólar MEP para la punta vendedora era de $558,74; este martes la misma cotización cerró a $668, lo que supone una ganancia nominal -especulativa- significativa en el corto plazo.
El nombre del dólar MEP refiere al Mercado Electrónico de Pagos. Permite comprar -con pesos en blanco- un bono que cotiza en la Bolsa de Comercio y que está nominado en dólares; luego de un día (parking) se puede vender ese valor para depositar el cobro con dólares de esa venta, en una cuenta bancaria dentro del país. La cotización toma como referencia los bonos AL30 y GD30, preferidos por su liquidez.
Las sospechas en la city no apuntan sólo a los operadores. Fue el gobierno el que inundó con bonos el mercado, a sabiendas de que sobrevendría la devaluación acordada con el FMI más allá del resultado de las primarias.
La operativa del dólar MEP es entre privados y se puede realizar una transacción al mes mediante homebanking o por agentes financieros que cobran comisiones del 1% al 2%; es necesario poseer una cuenta bancaria en dólares. Operar por esta modalidad impide la compra del "dólar ahorro". La modalidad no utiliza reservas del Banco Central, la Comisión Nacional de Valores impide disponer de los dólares adquiridos por 15 días.
Afip, según comunicó oficialmente, concentrará su análisis en 15 casas de bolsa y más 24 comitentes verificados electrónicamente, que fueron fiscalizados por funcionarios del organismo que conduce Carlos Castagneto. El control abarca también los movimientos de los agentes bursátiles que, a través de operaciones realizadas a su nombre conocidas como de "cartera propia", pudieran haberse involucrado en el encubrimiento de sujetos sin capacidad económica financiera o con ingresos no declarados.
El objetivo del organismo es "impedir y/o disolver las maniobras utilizadas para evadir impuestos, como así también identificar operaciones que constituyen focos de riesgo que hagan competencia fiscal abusiva".