De acuerdo con el IPI-OJF, “en el mes de agosto la producción industrial reportó un alza de 7,7% al comparar con igual mes del año pasado, acumulando una expansión de 13,9% para los primeros ocho meses del año”.
La suba interanual de la actividad, según Orlando Ferreres, fue 7,7% en el séptimo mes del año.
De acuerdo con el IPI-OJF, “en el mes de agosto la producción industrial reportó un alza de 7,7% al comparar con igual mes del año pasado, acumulando una expansión de 13,9% para los primeros ocho meses del año”.
El Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres y Asociados señaló que “a su vez, la medición desestacionalizada registró una expansión de 1,9% respecto de julio.
Aunque puede compararse positivamente con algunos momentos de 2019, la actividad sigue por debajo de los promedios entre agosto de 2009 y el mismo mes de 2018, según el gráfico que expone el informe de la consultora. La consultora no omite que faltarán “respaldos” ante el contexto de expansión del gasto en elecciones.
“La producción industrial -expuso el informe- mejoró respecto de julio, mes que había registrado un nivel menor al esperado, anotando un avance de 1,9% mensual. De esta manera, se observa que el sector continúa con una evolución tipo serrucho”.
Según analizó el informe, “la fuerte expansión que se observa en la comparación anual, que acumula para los ocho meses un crecimiento de 13,9%, se debe a la baja base de comparación producto” durante los aislamientos a consecuencia de la pandemia.
“Por su parte, la evolución a nivel mensual muestra una expansión muy lenta: desde marzo solo aumentó 0,4% la actividad en la industria en la medición desestacionalizada.
“Entre los sectores que más contribuyeron al avance de agosto se destacan los relacionados a los bienes durables; así, los minerales no metálicos (+16,7%), los metales básicos (+27,4%) y maquinaria y equipo (+30,1%) fueron las ramas que sostuvieron el avance de las manufacturas en la medición anual”.
Sostiene el estudio Ferreres que “en una mirada de más largo plazo, luego de haber alcanzado el techo de la recuperación al comienzo del año, la industria muestra cierto letargo y dificultades para superar el estancamiento en el que se encuentra.
“Hacia adelante -advierte- el contexto macroeconómico no aportará ningún respaldo, y las perspectivas están puestas en el mayor gasto que se espera del gobierno y en alguna mejora en el consumo, que podría hacer que los últimos meses del año terminen con alguna cifra positiva”.