De la alfombra roja para Putin al mercado "occidental" del gas
El país apura una compra de GNL por barcos, pero Biden le ofrece “lo que no hay” a Europa. Es una incógnita si los buques llegarán… y a qué precio. Santa Fe pone sobre la mesa al biodiésel.
El martes el gobierno nacional sabrá cuánto deberá pagar por los 9 buques con gas natural licuado, que licitó la estatal Integración Energética Argentina (Ieasa) para abastecer parte de la demanda del mercado invierno, mediante barcos regasificadores en los puertos de Bahía Blanca y Campana.
¿Habrá ofertas? El CEO de PanAmerican Energy, Marcos Bulgheroni, dijo que el país necesita de 60 a 65 buques de GNL para compensar lo que no llega desde los yacimientos del Sur por falta de gasoductos o desde Bolivia, que reducirá sus ventas al gobierno de Alberto Fernández para entregar más a Brasil.
La incógnita se precipitó como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania, que puso en vilo al mercado mundial y disparó los precios. La Casa Rosada gastó unos U$ S 1100 millones el año pasado para pagar el gas importado; hoy el interrogante es si el costo será de cuatro a 7 veces superior. Más aún, la pregunta es si habrá oferta para la demanda argentina.
En su paso por Bruselas, Joe Biden se comprometió ante la Comisión Europea a suministrar -por encima de los 22 mil millones de metros cúbicos año que habitualmente le exporta al viejo continente- 50 mil millones de metros cúbicos/año hasta 2023. En el mercado se preguntan de qué yacimientos y con qué barcos se cumpliría ese propósito de Washington, que ofrece a cambio una menor dependencia alemana del gas ruso, y el acompañamiento europeo a sanciones económicas más duras para Vladimir Putin.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que los precios de ese suministro se tendrían en consideración por contratos a largo plazo. Pero la razonabilidad con que Washington intenta seducir a los socios de la Otan en el viejo continente, es poco probable que se extienda al “resto del mundo”, menos a un gobierno que le acaba de desplegar la alfombra roja al presidente ruso para su ingreso a latinoamérica.
Mientras no llegaba la nueva ayuda del FMI (este viernes se recuperaron reservas con partidas del Fondo) la Argentina carecía de recursos para adelantar compras en dólares, y de credibilidad para que le abran cartas de crédito en un mundo convulsionado.
Por la falta de divisas y en el riesgo verosímil de cortes de gas a la producción industrial en los días más fríos del invierno, se pueda entender por qué el secretario de Energía de la Nación -el cristinista Darío Martínez- hizo pública una carta culpando preventivamente a Martín Guzmán por no tener el dinero para contratar los buques de GNL.
Economía respondió habilitando “de inmediato” las partidas necesarias, cuando la guerra ya había disparado los precios y achicado los volúmenes disponibles en el mercado.
Reunión con la Fisfe: Costamagna evalúa usar el biodiésel en usinas eléctricas
El ministro de la producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, encomendó al secretario de Industria Cladio Mossuz, la formación de una mesa para analizar los pasos que podría dar la provincia ante un escenario que la excede en materia energética nacional y en el conflicto bélico internacional.
Mossuz tomó contacto con el presidente de Fisfe, Víctor Sarmiento y con el titular de Enerfe, Juan D’Angelosante, para encontrarse la próxima semana. El esquema que alienta Costamagna es usar el biodiésel en las usinas eléctricas y duplicar el corte de gasoil que utiliza el transporte público, para llevarlo del 5% al 10%.
El ministro habla de preservar el uso del gas para el sector residencial y, en lo posible, para las fábricas. Estima que a los precios internacionales presentes, las usinas con biodiésel “bajaría costos relativos para producir energía”.
“Evitaríamos la salida de dólares y se pondrían a trabajar las plantas que tenemos ociosas en la provincia, que tiene el 80% de la capacidad industrial del biodiésel en el país”, dijo el ministro a El Litoral.
Costamagna recordó su postura contra el aumento de dos puntos en las retenciones de harina y aceite de soja. “Los 450 millones de dólares que se buscan por ahí se pueden obtener ahorrando divisas”, insistió.
De subsidios y gasoductos
La Balanza Comercial Energética de la Argentina fue negativa en U$ S 628 millones en el 2021, contabilizando todos los rubros del sector. En cuanto al gas, el pasado año se ingresaron 3.539 millones de metros cúbicos de GNL por barcos y 4,326 MMm3 más desde Bolivia.
Según el último informe anual del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, la producción de gas natural en 2021 fue de 45.293 Mm3 y tuvo un aumento respecto al año anterior del 0,4%. Es 0,5% inferior a la de 2011.
Se encuentra en un nivel 13% inferior a su pico histórico dado en el año 2004. El IAE observa en los últimos 10 años una serie productiva con forma de “V”, de tendencia decreciente hasta el año 2013 y de inicio del crecimiento en el año 2014 que continuó hasta 2020. Desde ese momento se encuentra prácticamente estancada.
La postergación de las obras para ampliar el gasoducto desde Vaca Muerta hasta nuestra provincia -podría suponer la “soberanía energética”- se produjo mientras el país gastó 134.137 millones de dólares en subsidios para el consumo energético, entre 2011 y 2021.