El Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, uno de los think tanks más importantes de Estados Unidos, consideró que la Argentina es el país "más prometedor para la expansión de la industria del litio", no sólo por las reservas disponibles sino por "un mejor clima de inversión" y el contexto de cambio climático y geopolítica que atiende la gestión del presidente Joe Biden.
El informe del CSIS (por su sigla en inglés) que lleva el título "Triángulo de litio de América del Sur: oportunidades para la administración Biden" plantea que la región es la de mayor disponibilidad de este recurso en el mundo y "se convertirá inevitablemente en el nexo del codiciado mineral".
El análisis dado a conocer hoy parte de la premisa de que la importancia del litio como mineral estratégico "aumentará exponencialmente para convertirse en un componente esencial para los sistemas de energía limpia del futuro".
Aproximadamente el 58% de los recursos de litio del mundo se encuentran en la región que comparten Argentina, Chile y Bolivia, según el Resumen de productos minerales del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) de 2021.
Así, se estima que de los 86 millones de toneladas de recursos de litio identificados en el mundo, Bolivia posee 21 millones de toneladas, seguida de Argentina con 19,3 millones de toneladas y Chile con 9,6 millones de toneladas.
El reporte considera que dada tanto la importancia del litio para el desarrollo de tecnologías de energía limpia como la gran cantidad de reservas comercialmente viables en el Triángulo del Litio, "la administración Biden tiene amplias razones para colaborar con Argentina, Bolivia y Chile en la lucha contra el cambio climático".
De hecho, gran parte del enfoque diplomático de la actual administración de los Estados Unidos hacia el hemisferio occidental se lleva a cabo a través de la lente del cambio climático, aunque con un foco central puesto en la deforestación de la Amazonia brasileña y la cuestión ambiental en Venezuela.
En ese contexto de análisis regional, el CSIS destacó que "la Argentina ofrece el caso más prometedor para la expansión de la industria del litio, ya que busca oportunidades para acelerar la recuperación de su economía".
Además de recordar que el país posee los segundos recursos de litio identificados más grandes del mundo, el informe destacó que "el clima de inversión que mejora lentamente en Argentina indica que se puede esperar que su industria del litio atraiga una mayor inversión en los próximos años".
Pero en un planteo geopolítico, el Centro de Estudios señaló que China no sólo se acercó a los países de la región y "aumentó su influencia a través de su diplomacia de las vacunas" sino mediante del incremento de la inversión en distintos sectores, entre ellos en el Triángulo del Litio.
En ese sentido, la gigante corporación china Ganfeng Lithium es el accionista mayoritario en la operación Caucharí-Olaroz de Argentina, que comenzará a producir a mediados de 2022 y "debería convertirse en una de las principales minas de producción de litio del mundo", anticipó.
Si bien el CSIS describe la "históricamente accidentada relación de Estados Unidos con Argentina y Bolivia", también señala que esta cuestión plantea un desafío para la gestión Biden que podría encontrar "más dinamismo a través de la cooperación y la asociación en temas como el litio" en una perspectiva estratégica.
Para ello, propone que el Gobierno de Estados Unidos -en especial en lo que refiere al trabajo que desarrolla el Enviado Presidencial Especial para el Clima, John Kerry-, "podría organizar un foro de energía limpia para las principales naciones productoras de litio, que, además del Triángulo del Litio países, incluirían Australia, China y Canadá".
"Los informes indican que el presidente Alberto Fernández, está considerando convocar una cumbre similar. Este esfuerzo de colaboración podría aumentar las asociaciones de inversión con Argentina, Bolivia y Chile, así como encontrar soluciones a los desafíos comunes de extracción de litio", sostuvo el reporte.
Si la administración de Joe Biden espera alcanzar su objetivo de reducción del 50% en las emisiones de carbono para 2030, las capacidades de almacenamiento de energía de la batería de iones de litio serán necesarias para transformar la red eléctrica al capturar el exceso de energía solar y eólica.
"Sólidas alianzas público-privadas con Argentina, Bolivia y Chile podrían conducir a un aumento de las exportaciones de litio de América del Sur al resto del mundo, ayudando a los países a escala global a reducir las emisiones de carbono", agregó el Centro de Estudios estadounidense.
Así, "a través de una combinación de inversión estratégica, investigación dirigida y diplomacia efectiva en asociación con los países del Triángulo de Litio (Argentina-Bolivia-Chile), la administración Biden podría fortalecer el imperativo de combatir el cambio climático en su agenda de política exterior, fortalecer su posición en la competencia que se desarrolla con otras grandes potencias, y brindar más oportunidades de energía limpia en la región".