El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio un paso significativo hacia la plena interoperabilidad de los pagos con códigos QR mediante la emisión de la Comunicación A 8032.
Se promueve una mayor inclusión financiera y competitividad en el ecosistema de pagos. Se fijó una comisión en base al pedido de los bancos.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio un paso significativo hacia la plena interoperabilidad de los pagos con códigos QR mediante la emisión de la Comunicación A 8032.
Esta medida exige que todas las billeteras digitales registradas, ya sean bancarias o de proveedores de servicios de pago, que permiten realizar pagos con tarjeta de crédito y/o tarjetas prepagas a través de códigos QR, sean completamente interoperables. Este avance representa una mejora notable en la experiencia de pago tanto para los comercios como para los usuarios.
El objetivo del BCRA con esta nueva normativa es continuar construyendo un ecosistema de pagos digitales más abierto, competitivo e interoperable. Esto no solo promueve una mayor inclusión financiera, sino que también simplifica la experiencia de los más de 36 millones de usuarios del sistema financiero argentino.
El proceso de interoperabilidad comenzó hace algún tiempo y fue impulsado fuertemente por el BCRA. Un hito importante en este camino fue la entrada en vigencia de la interoperabilidad de los códigos QR para pagos con tarjeta de crédito, que, tras sucesivas postergaciones, finalmente se implementó el 30 de abril de 2024.
La nueva normativa del BCRA establece que cuando un pago con tarjeta de crédito se inicie desde una billetera digital interoperable mediante la lectura de un código QR, la responsabilidad por fraude recaerá sobre la billetera, salvo en ciertos casos excepcionales:
Si la billetera procesa el pago con los requisitos y estándares técnicos de tokenización y autenticación de la marca de la tarjeta.
Si la transacción no puede procesarse con dichos requisitos y estándares porque el adquirente/agregador no los ha implementado, en cuyo caso la responsabilidad recaerá sobre el adquirente/agregador.
Si existe un acuerdo en contrario entre emisores, billeteras y/o adquirentes/agregadores involucrados en la transacción.
A excepción del segundo caso, los adquirentes no podrán ser responsabilizados ni debitados por operaciones iniciadas desde billeteras digitales interoperables que sean desconocidas o fraudulentas.
Otra disposición clave es que todas las billeteras digitales interoperables que permitan efectuar pagos con tarjeta de crédito mediante la lectura de códigos QR deben ser capaces de leer cualquier imagen impresa, dispositivo o terminal provisto o facilitado por cualquier adquirente o agregador que permita aceptar pagos mediante la lectura de un código QR. Esta medida asegura que los usuarios puedan realizar pagos en una amplia variedad de comercios sin inconvenientes, independientemente del proveedor de servicios de pago o la entidad financiera que emita la billetera digital.
El BCRA también ha establecido que las entidades financieras y proveedores de servicios de pago (PSP) que brinden servicios de billetera digital interoperable desde la cual se inicia el pago, pero que no hayan emitido la tarjeta de crédito utilizada, estarán facultados para cobrar a la emisora de la tarjeta una comisión de hasta el 0,07 % del importe de la transacción. Esta disposición busca compensar a las entidades que facilitan la interoperabilidad y aseguran el buen funcionamiento del sistema de pagos.
Además, las medidas relativas a la interoperabilidad en pagos con tarjeta de crédito mediante la lectura de códigos QR, contenidas en las Comunicaciones A 7769 y A8032, también serán aplicables a los pagos efectuados con tarjetas prepagas. Esta extensión asegura que el avance hacia la interoperabilidad total abarque una mayor diversidad de métodos de pago, beneficiando así a un mayor número de usuarios.
La interoperabilidad total de los pagos con códigos QR promete numerosos beneficios tanto para los comercios como para los usuarios. Para los comercios, esta medida significa una mayor facilidad para aceptar pagos de diferentes billeteras digitales, reduciendo la necesidad de múltiples dispositivos o terminales de pago y mejorando la eficiencia operativa. Para los usuarios, la interoperabilidad asegura una experiencia de pago más fluida y conveniente, permitiendo el uso de cualquier billetera digital en una amplia variedad de comercios.
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