1) La situación de la industria en la provincia de Santa Fe en general es muy buena, dado que hay un entramado industrial diverso y ello a pesar del actual contexto económico. También a pesar de que no hay un proyecto de provincia a largo plazo realizado de común acuerdo entre los distintos partidos políticos, en conjunto con los distintos sectores públicos y privados que hacen a la industria provincial; éste debe hacerse en forma concienzuda, tratando de incluir y considerar las distintas riquezas y posibilidades de cada zona y respetando a rajatabla el proyecto, independientemente de quien gobierne.
Advertimos, por un lado, que cada zona tiene un desarrollo particular y con enormes potenciales. Sintéticamente podemos nombrar distintas ciudades con polos industriales importantes y en expansión. En la zona Norte, Reconquista, Avellaneda, Gobernador Crespo, San Justo, Guadalupe Norte. En la zona Centro: Esperanza, Sunchales, Rafaela y San Carlos. En la zona Sur: Las Parejas, Armstrong, Cañada de Gómez, Venado Tuerto, Alvear y Rosario metropolitano. No hay Departamento que no tenga, por lo menos, cuatro o cinco empresas que sostienen el entramado productivo, y ciudades que contaban con una actividad específica han logrado diversificar otras, no solo industrias sino también servicios.
Por otro lado, las malas políticas nacionales y a veces provinciales, han causado serios daños a nuestra industria provincial (por ejemplo, Vicentin SAIC donde se observa, entre otras circunstancias, que los créditos recibidos no fueron utilizados para lo que fueron solicitados; así, la complicidad de funcionarios y empresarios trae como resultado lo que se está viviendo sobre el particular).
Hay mucho más para decir y nombrar, con altibajos, por supuesto; pero hay una fuerza emprendedora muy grande en la provincia.
2) Sin lugar a dudas las actividades más destacadas son las que tienen relación con el campo: las maquinarias para la industria agrícola, la fabricación de alimentos para animales, la industria láctea, la industria frigorífica. También, en consonancia con esas industrias, tiene que estar presente la tecnología y la ciencia de vanguardia a fin de mejorar los suelos, los cultivos, la producción, las herramientas y la logística.
Además, se necesita potenciar todas aquellas empresas que brindan servicios a esas industrias, tales como las metalúrgicas y afines, y las tornerías, entre otras. Es decir, las PyMES de servicios.
3) Advierto que el principal problema a resolver se refiere a los servicios: gas, agua potable, energía eléctrica, ya que estos también hacen a la eficiencia y a la competitividad en el funcionamiento de las industrias. Es necesario contar con estos servicios en las áreas industriales; y todo esto debe ser una política de Estado donde los servicios sean seguros, estables, y con previsibilidad clara y concreta de sus costos. De esa manera se pueden calcular las inversiones y sus resultados.
Conjuntamente, debe incluirse como una verdadera política del Estado provincial y/o municipal, lo atinente a la adquisición -en esos parques y áreas industriales con los servicios mencionados- de lotes donde los costos de la tierra estén a valores razonables, y no en manos de intermediarios y/o testaferros que encarecen sobremanera los montos y complican su compra por parte de empresarios y emprendedores. Ello hace al fomento y a la radicación de industrias en esos parques fuera de las áreas urbanas, respetando así todo el conglomerado de temas ambientales (conservación y protección de la naturaleza).
4) El factor financiero va a la cabeza en el desarrollo industrial, y también la baja de la presión fiscal y del costo de los servicios.
En nuestra provincia se ha perdido la "Banca" propia por malas políticas. Advertimos que la provincia tiene depósitos millonarios entregados a interés al Nuevo Banco de Santa Fe S.A. en plazo fijo, de los cuales cobra sustentos importantes. Cabe preguntarse: ¿Quién se beneficia? Si esto estuviera al servicio de la producción, ¿Cuánto más rendirían nuestras industrias?
Ciertamente, hay que devolver la confianza y seguridad a industriales y emprendedores; para ello hay que combatir seria y contundentemente la corrupción y la politiquería barata con cero impunidad. Y si se logran con estas medidas generar márgenes de ganancias en el sector industrial, hay que realizar una concientización para formar un fideicomiso financiero que sirva para financiar a dicho sector industrial a bajas tasas de interés.
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