"La consecuencia de su inoperancia es gravísima", apuntó Mondino. Por su parte, el vicepresidente de CRA, Gabriel Rademaker, explicó que si en los próximos 15 días el sector no consigue el gasoil que necesita, puede impactar gravemente en la cosecha. Y no sólo en ella: los transportistas de granos amenazan con paros y cortes de rutas.
Muchas veces el camión marcha al pie de la cosechadora (gasta 1000 litros de gasoil en un día) otras veces -tolva mediante- la carga llega a transportistas que marchan a los puertos. Son engranajes de la imprenta de dólares genuinos que tiene la Argentina, y que está amenazada.
Abril, mayo y junio marcan el pico de ingresos de camiones con soja a los puertos del sur santafesino. Para la campaña 2021/22 la Bolsa de Comercio de Rosario espera unos 900 mil camiones; cada uno de los cuales consume -con equipo completo- hasta 34,5 litros de gasoil cada 100 km. En promedio, el poroto de soja que llega a las terminales y plantas del Gran Rosario recorre una distancia de 286 kilómetros desde el lugar donde es producido, según la BCRA.
La falta de razonabilidad política del Frente de Todos es tan autodestructiva que por estas horas hay camiones que transportan gasoil, que no logran llegar a las estaciones de servicio para abastecerlas en tiempo y forma. Las unidades cargan hasta 37 mil litros y no pueden abrir sus remolques tanques por razones de seguridad; eso está estrictamente prohibido porque el combustible podría adulterarse y arrastraría serias consecuencias.
Con La Cámpora manejando YPF y Cristina la secretaría de Energía, el gobierno postergó desde hace más de un año el impuesto a los combustibles internos y autorizó sólo incrementos destinados a compensar a la cadena que va de las estaciones de bandera a las petroleras. Los mayoristas quedaron en cambio con "mercados liberados" y ofrecen al campo el litro de gasoil entre y más caro.
Con el "batán" (pequeño remolque-tanque) enganchado a la chata, los productores salieron a cargar en las estaciones. Eso y la falta de gasoil importado terminó por armar el escenario que afecta a los surtidores y que es sólo parte del problema. No el más grave.
Sucede que el gasoil es a la vez el combustible que reemplaza en las usinas que producen electricidad, al gas, que también falta porque se cuadruplicó su precio y el gobierno no tiene dólares para importarlo.
¿Y el biodiésel? La Argentina puede producir 6,9 millones de toneladas, tiene 60% de su capacidad ociosa, pero las extrusoras chicas y las industrias grandes tienen prohibido por la ley de Máximo, sumar soluciones rápidas y "en pesos" a los surtidores del país. Matías Kulfas dijo en las últimas horas haber hablado con Omar Perotti; lo está analizando.