Por Manuel Adorni (*)
Se necesitan cerca de 44.000 pesos para comprar lo que se podía obtener con tan solo 100 pesos en el final de la Convertibilidad.
Por Manuel Adorni (*)
La inflación es de hecho uno de los desafíos más importantes que enfrentará el próximo gobierno. La falta de control sobre la inflación en los últimos años ha llevado a un aumento constante de los precios en la economía argentina. Es alarmante ver que desde la derogación de la Ley de Convertibilidad en 2002, los precios han aumentado en un 44.000%.
Esto significa que se necesitan cerca de 44.000 pesos para comprar lo que se podía obtener con tan solo 100 pesos en aquel entonces. En los últimos 20 años, la inflación promedio anual en Argentina ha sido del 32 por ciento. Cada presidente ha dejado su mandato con índices inflacionarios peores que su predecesor.
Estos números demuestran claramente que la inflación no solo es un enorme problema que lleva décadas sino que además nadie ha tenido la pericia suficiente para poder resolverlo. Sin embargo, lo que es aún más preocupante es el presente. Las expectativas inflacionarias no parecen dar tregua y cada vez más personas creen que la inflación de tres dígitos será parte de nuestra realidad durante mucho tiempo.
El país está en una situación descontrolada en la que está imprimiendo dinero continuamente, lo que genera indefectiblemente que el peso valga cada vez menos. La base monetaria ha alcanzado una cifra exorbitante de 8 billones de pesos y los pasivos remunerados del Banco Central de la República Argentina superan los 21 billones de pesos. Esto muestra que la emisión monetaria está absolutamente fuera de control.
Además, muchos precios de la economía están regulados o intervenidos por el Estado, lo que agrava aún más la situación. Desde el tipo de cambio oficial (que tiene una brecha cercana al 150 por ciento en comparación con los tipos de cambio libres) hasta el precio del transporte, el combustible, las prepagas y las tarifas de servicios públicos, todos ellos están "atrasados" debido a las intervenciones del gobierno.
Nadie sabe cuál será el verdadero impacto en los índices de inflación cuando estos precios se liberen.
Los enormes déficits fiscales producto de políticas populistas descontroladas han llevado a la destrucción de la moneda y han posicionado al país dentro del grupo de aquellos que ostentan las mayores inflaciones del mundo. Actualmente Argentina tiene más inflación en una semana de la que muchos países tienen en un año.
Es crucial que el próximo Presidente tome medidas urgentes para poner fin a esta situación inflacionaria antes de que el país colapse convirtiendo este gran desorden en una gran hiperinflación, la que por momentos parece ser inevitable.
(*) Economista
El Gobierno debió hacer una nueva redistribución de partidas presupuestarias y terminó ampliando la autorización del gasto en $ 371.347 millones, según se publicó en el Boletín Oficial. La medida se tuvo que tomar como consecuencia de la desactualización del Presupuesto 2023, en medio de una mayor inflación, que ya ronda el 140% anual.
De esa ampliación presupuestaria, $ 178.500 millones se financian con mayores ingresos, fundamentalmente por aportes y contribuciones que van a la ANSeS. Esto incrementará el "déficit financiero" en más de $ 190.000 millones, según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP).
El Gobierno adoptó la medida a través de la Decisión Administrativa 884/23 de Jefatura de Gabinete. "Se incrementa el gasto de 108 programas presupuestarios por $ 401.558,3 millones y se reduce para 22 programas por $ 30.211,3 millones", indicó la ASAP.
De los $ 371.347 millones, $ 319.827,9 millones corresponden a gastos corrientes y $ 51.519,1 millones a gastos de capital, en especial destinados a Obras Públicas, en medio de la campaña electoral. Esta es la modificación presupuestaria número once, ya que en medio del escenario inflacionario, la mayoría de los "créditos" aprobados en el Presupuesto 2023 resultaron insuficientes ante la disparada de la inflación.
En los fundamentos de la Decisión Administrativa se señala que entre otros créditos presupuestarios es necesario incrementar los gastos de capital en detrimento de las aplicaciones financieras en el Ministerio de Obras Pùblicas. El objetivo es atender el financiamiento de las obras enmarcadas dentro del "Plan Argentina Hace", en lo que respecta a obras de infraestructura para el transporte, vialidad y movilidad urbana.
También se apunta a incrementar el presupuesto de la ANSeS destinado a atender el pago del subsidio extraordinario para jubilados y pensionados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Y se tiende, además, a afrontar el pago extraordinario de $ 20.000 para los titulares de las prestaciones por desempleo.
La partida crediticia para ANSeS suma casi $ 140.000 millones, mientras que los mayores ingresos por mejoras en la recaudación totalizan unos $ 171.000 millones. El Gobierno también incrementó el Gasto en Personal en más de $30.000 millones, para hacer frente a erogaciones del Consejo de la Magistratura, por incrementos salariales.
La auditoria del FMI sobre el crédito de 2018
La auditora general de la Nación, Graciela de la Rosa, afirmó que la evaluación que realizará la Oficina de Evaluación Independiente (IEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el crédito otorgado a Argentina en 2018 "es tardía pero importante", y cuestionó tanto el marco legal de la suscripción del préstamo por parte del Gobierno conducido en ese período por Mauricio Macri, como la posterior salida de capitales.
"Me tomó de sorpresa un poco porque hace mucho tiempo venimos discutiendo y hablando sobre este tema del préstamo. La decisión del FMI me parece un poco tardía, pero es importante al tomar varios aspectos de lo que fue este préstamo", enfatizó.
"Una de las cuestiones que analizó AGN es que se hizo a espaldas de la Constitución Nacional y del Congreso Nacional, y que no se tuvieron en cuenta normativas específicas en materia de administración financiera para la suscripción del acuerdo", explicó. En ese sentido, puso el eje sobre la suscripción misma del crédito.
"No hubo siquiera un decreto. No estaba previsto en la Ley de Presupuesto de 2018 como fuente de financiamiento ya que en la misma ley no estaba la necesidad de financiamiento de semejante préstamo de US$ 45.000 millones. El crédito fue firmado por el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. "En nuestro informe decimos que el ministro de Hacienda no estaba facultado por las leyes argentinas para firmar este acuerdo. Quien debería haberlo firmado es un ministro de Finanzas porque tendría que haber hecho un análisis de factibilidad para ver si Argentina estaba en condiciones de tomar este préstamo".
La Oficina de Evaluación Independiente (IEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que a fines de este mes comenzará la evaluación interna sobre el crédito, y uno de los insumos será el propio informe de la AGN.
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