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La medida involucra a los 1.460 empleados de la fábrica de Alvear (Gran Rosario), que cobrarán el 70 por ciento del salario de bolsillo.
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Como anticipó este diario, la automotriz General Motors, de Alvear, al sur de la provincia, implementa desde este lunes un régimen de suspensiones que alcanza a todo el personal de la planta.
Según lo acordado con los representantes del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), la medida, que tiene vigencia hasta el 31 de enero de 2019, se adoptó por la caída en las ventas del mercado local y el desplome de las exportaciones.
La decisión se anunció al término de una extensa reunión entre los directivos de GM, el titular de Smata a nivel nacional, Ricardo Pignanelli, y el delegado local, Marcelo Barros. El esquema busca mantener operativo un solo turno.
El acuerdo contempla que no afectará el próximo medio aguinaldo, que los trabajadores cobrarán al 100 por ciento, ni tampoco a las vacaciones, aunque para ello el acuerdo fijó que un plus deje de ser remunerativo, “para no tener descuentos”, para que no toque el bolsillo.
En esa línea, el plus se pagará el 2 de enero, y las licencias arrancarán desde la segunda semana de diciembre. El 20 de diciembre, en tanto, gremio y patronal se volverán a reunir para evaluar la marcha del convenio y ver cómo sigue, sobre lo que el dirigente de Smata es cualquier cosa menos optimista.
Pero la clave está en los puestos de trabajo. “Nosotros defendemos que la gente no salga del sistema, porque después se hacen monotributistas y no vuelven a entrar nunca más”, explicó Barros.
En la planta de Alvear, actualmente se fabrica el Cruze II, un sedán de gama media alta que se destina tanto al mercado local como al exterior. Mientras que en Argentina los datos de agosto marcan una caída del 25%, las ventas a Brasil hace más de un año que están estancadas.
No obstante, la empresa está avanzando en la inversión de U$S 500 millones para fabricar un nuevo modelo que verá la luz en 2020.
Esta mañana, el titular de Smata Rosario, Marcelo Barros, admitió que “el problema viene de varios meses. Hubo suspensiones en el mes de julio, meses que sí y meses que no, hasta que la empresa dijo que sí o sí tenía que levantar un turno, porque cayó tanto la venta que fabricaban 33 autos por hora entre los dos turnos y hoy con un turno alcanza, porque van a fabricar 15 por hora”.
“Lo que luchamos es para que la gente se quede en el sistema de trabajo. Y con este acuerdo logramos que no se despida a nadie”, agregó el dirigente de Smata en declaraciones a la prensa rosarina.
Antecedentes
Esto ya ocurrió en General Motors, que viene desprendiéndose de personal por la vía de retiros voluntarios. Casi una década atrás, en 2009, el gobierno nacional concedió un crédito a la firma financiado por la Anses a cambio de preservar, en ese entonces, 300 puestos de trabajo. “Este gobierno nos va a lleva r al precipicio. No tiene plan industrial”, consideró Barros. Y lamentó en ese esquema que la caída general haya truncado la ley insignia de Smata, aprobada a mediados de 2016, que establecía una cronograma ascendente de autopartes de fabricación nacional en la producción de vehículos.
Helvética deja de producir
Otra empresa líder en esta provincia está en serios problemas. La fábrica de acoplados Helvética, de Cañada de Gómez, departamento de Iriondo, 200 kilómetros al sur de esta capital, acordó con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) la suspensión de toda la planta de personal (90 trabajadores) y el pago de la mitad del salario hasta fin de año “para aguantar la caída de ventas, que llegó al 90 por ciento”, dijeron fuentes de la empresa.
En consecuencia, se suspenderá la producción y la planta cerrará hasta fin de año. La caída de las ventas osciló entre un 80 y un 90 por ciento, según datos de la compañía.
Helvética es una marca líder a nivel nacional en el mercado de los acoplados y semirremolques para el transporte. Hasta el año pasado, su ritmo de producción oscilaba entre 50 y 60 unidades fabricadas cada mes, en el predio que tiene en el parque industrial de Cañada de Gómez.
En 2015 su dueño, Raúl Corna, había invertido 0 millones para remodelar esa planta fabril.
Sin embargo, la recesión hizo que las ventas disminuyeran, con una pendiente más pronunciada desde el mes de mayo último. Según informes periodísticos, en agosto pasado sólo salieron de la fábrica cinco acoplados.
Carrocera en problemas
Panorama similar se registra en la planta que Metalsur, un reconocida carrocera instalada en Villa Gobernador Gálvez, al sur de Rosario. La firma licenciará en forma rotativa a todo su personal. El calendario se aplicará hasta el 12 de octubre, a cambio de la garantía de estabilidad para los empleos. Además, abrirán una oferta de retiros voluntarios.
La carrocera, con sede en Villa Gobernador Gálvez, hará suspensiones rotativas de todo su personal, unos 400 trabajadores, ante la caída del mercado interno.
“Una carrocería cuesta 300.000 dólares y representa 3 mil horas de trabajo de los compañeros. Y ahora entre todas las fábricas hay 100 blancos: están listos, terminados, a la espera de que alguien los compre para pintarlos. ¿Y quién los puede comprar como están las cosas hoy en día?”, se preguntó y lamentó el secretario de la UOM Rosario, Antonio Donello.
Metalsur se fundó en 1989 y creció como empresa familiar hasta que en 2012 dos gigantes del rubro, la brasileña Marcopolo y la chilena Metalpar, adquirieron en conjunto el 51% de la firma.
Desde ahí, Metalsur transitó el cuarto de siglo en plena actividad, pero los últimos tres años han sido críticos: con más stock pero menos ventas, acordó con la UOM un cronograma de suspensiones que mantiene puestos de trabajo aunque se abrirán los retiros voluntarios y el 90% de los salarios. No obstante, empresa y gremio saben que es transitorio.
La venta de Topper
Alpargatas vendió Topper de Argentina por U$S 24 millones al empresario y predicador mormón Carlos Wizard Martins, que ya maneja Topper de Brasil y es dueño de las franquicias de Pizza Hut y KFC. También es socio de Neymar Jr. y de Ronaldo. Wizard Martins y Alpargatas llegaron a un acuerdo para transferir el 22,5% de los negocios de la textil brasileña en la Argentina. Esa porción incluye toda la operación de Topper en el país, marca que Wizard Martins ya administra en Brasil. Según se informó, del monto acordado en la operación se pagará al contado el equivalente a U$S 10 millones.