-¿Por que tendrían que votarlo a usted?
Candidato a diputado por el Partido Demócrata, busca "ampliar derechos", reforzar la atención de los italoargentinos en los consulados e impulsar el vinculo empresario y comercial entre ambos países, sobre todo entre las empresas más pequeñas.
-¿Por que tendrían que votarlo a usted?
-No es votarme a mí, sino a una estructura partidaria de la cual formo parte. Cuando votan a Finocchiaro, lo hacen por el Partido Democrático (PD), un partido mayoritario en Italia, que puede llevar adelante los proyectos. De lo contrario, hay candidatos de partidos minoritarios que no tienen fuerza parlamentaria, o la ultra derecha con Berlusconi, Salvini y Meloni. Nuestro partido tiene una visión amplia, que busca ampliar derechos.
-¿Qué objetivos impulsará en caso de ser electo?
-Sabemos que estamos en una situación de emergencia con el funcionamiento de los consulados. Después de analizarlo con nuestros equipos, que también integran sindicatos de Italia y de Argentina y los partidos, vamos a impulsar, en función de una ley de Fabio Porta, que el 30 % de lo que se recauda para cada trámite sea destinado a resolver este problema. El año pasado el consulado de Rosario recaudó cerca de un millón y medio de euros. El primer paso es contratar personal y ampliar la duración de los contratos a dos años. También empezar a estimularlos. Por ejemplo, un empleado que trabaja en Alemania cobra el 20% más que el que está aquí y tiene dos viajes por año a Roma mientras que el que está acá tiene uno cada 18 meses. Esto debe ser corregido. Tiene que haber mas empleados. El consulado de Rosario en 2001 tenía 17 empleados y había 93 mil ítalo-argentinos con ciudadanía. Hoy hay 160 mil, y hay 10 empleados más el chofer que le ayuda al cónsul a hacer los pasaportes.
-En la ciudad de Santa Fe había un viceconsulado que hoy no funciona.
-Se requiere de una ley del parlamento argentino y tiene que ser aprobado por el Poder Ejecutivo nacional, porque se trata de una representación de un país extranjero. Esto se resolvería implementando una experiencia que se ha puesto en práctica en Francia y Alemania. Que además del cónsul honorario, se abran "sportellos", es decir, ventanillas donde haya funcionarios del consulado trabajando en el territorio, distribuidos por población, territorio. Tiene que haber uno en Santa Fe atendiendo a los santafesinos y entrerrianos, otro que pueda resolver los problemas de la gente de Corrientes, Misiones y Chaco. Esto también se podría financiar por el 30%.
-Hay una percepción de que antes era más sencillo hacer los trámites para sacar la ciudadanía.
-Es una percepción real y concreta. Yo soy la primera generación y para mí fue muy fácil hacerla. De hecho, me llegó más rápido la partida de nacimiento de mis padres de Italia que la notificación de la Junta Electoral informando que no se habían hecho ciudadanos argentinos. En ese momento no estaba la ley que obliga a las esposas de los italianos con doble ciudadanía a rendir el exámen de italiano de nivel similar al de una escuela primaria. Era mucho más sencillo.
-A todos los que tienen la doble ciudadanía ¿Por qué les conviene que usted gane?
-En primer término, tenemos una posición ideológica opuesta a otras que tienden a cerrar o a querer salir de Europa. Nosotros consideramos que hay otra Italia que vive fuera de Italia y que son recursos humanos que Italia tiene. Por tal razón, planteamos una serie de medidas que tienen que ver con poner en valor esos recursos humanos, intelectuales y comerciales. Por eso aspiramos a trabajar sobre el intercambio empresarial, porque Italia tiene una matriz de micro emprendedores sumamente interesantes. Y nosotros aquí tenemos una cantidad importante de italianos que tienen sus empresas. Vamos a trabajar en esta vinculación, que aspiramos consolidar, y a traer mano de obra a la Argentina, que las empresas argentinas produzcan para mandar a Italia y recibir cosas de allí, que haya un intercambio equitativo en lo social, lo económico y lo político. Por eso proponemos que el consulado de Rosario tenga también una oficina comercial, además de una donde se enseñe la lengua y la cultura italiana.
-Fortalecer aún más una vinculación histórica.
-Si miramos la historia argentina, por ejemplo en la música, si bien los españoles aportaron muchísimo a nuestro folclore, en el tango el mayor aporte fue hecho por los italianos; también en el teatro, en la plástica. La presencia de la italianidad en el continente y en el país ha sido fuertísima y ha influido en la construcción de la idiosincracia. En Italia dicen que los argentinos somos italianos que hablamos español y de eso podemos sacar la conclusión de que tenemos una impronta de los valores de la solidaridad, no armamos ghetos como los sajones. Acá nuestra inmigración se ha cruzado, no se ha mantenido cerrada, es una cultura abierta.
-De ser elegido, va a trabajar en el Parlamento italiano
-La idea es mucho más amplia, no es solamente trabajar en el parlamento, sino también con los gobernadores, los intendentes y presidentes de comunas, las cámaras empresarias, los sindicatos, las escuelas haciendo intercambios. Si nos acompañan con el voto tenemos que avanzar en algunas cuestiones en el ámbito comercial y tenemos que hacer leyes para ello, para que el vinculo sea reciproco y equitativo.
-En Italia en particular y en Europa en general se va a encontrar con las consecuencias de la invasión a Ucrania y el avance de la derecha.
-Hay legisladores que se van de vacaciones, no nos representan. Ir a trabajar a Italia va a generar una cuestión importante porque hay que concientizar a las nuevas generaciones del valor humano que Italia tiene afuera. Fabio Porta, que fue dos veces diputado y hoy es senador, está impulsando una ley para que en las escuelas primarias y secundarias se enseñe sobre el valor de la inmigración. Otra de las cosas que hay que tener en cuenta es que mucha gente que está esperando el trámite de ciudadanía en Argentina no tiene respuesta, porque además de la crisis de los consulados en el país, hay comunas en Italia que no tienen personal. Por lo tanto hay que trabajar en el parlamento para que se reglamenten las leyes necesarias para que esos municipios tengan el personal y que puedan hacer los trámites, porque muchas veces se presentan los papeles y en la comuna no hay personal para darle respuesta entonces queda demorado.
-¿Qué otra propuestas está haciendo?
-Respecto de los que van a Italia, estamos proponiendo que con el 70 % que se recauda por los tramites de ciudadanía, se trabaje en la homologación de los títulos universitarios, que hoy existe solamente en medicina como consecuencia de la pandemia y hasta 2023. Lo que proponemos es que haya una ley que homologue todos los títulos, como se hizo con España, y que a la vez un estudiante italiano pueda venir a terminar su carrera en el país y viceversa. Y que a aquel que no tiene la ciudadanía pero es descendiente de italianos, a los 30 días de estar en Italia, la comuna le resuelva el tema. Básicamente lo proponemos porque Italia está en una depresión demográfica. Por eso queremos que aquellos que quieran ir a Italia puedan tener las posibilidades de establecerse y desarrollarse, que tengan créditos blandos por dos años para que puedan alquilar, para que puedan comprarse una casa en esos pueblos despoblados.
-Usted pone mucho énfasis en el papel de la mujer.
-Mi padre siempre me decía que soy hijo de la guerra. Y quiero poner en valor el lugar de la mujer, pero no en un lugar donde le rinde pleitesía al patriarcado sino en un rol protagónico porque fue la mujer la que construyó Italia después de la Segunda Guerra Mundial ya que los jóvenes habían muerto y quedaban solo los ancianos y los niños. En realidad, en toda Europa fue así. Y la mujer hace que las sociedades sean menos violentas. Creemos que la mujer tiene que tener un rol protagónico, hay que destacar ese legado porque si algo tenemos en común entre los argentinos, tengan o no ciudadania italiana, es esa cultura que ha traído la mujer, que ha sabido contener al hombre que trabajaba, a sus hijos y a los amigos de sus hijos que no eran italianos, como pasaba en mi casa.