El hormigonado para recibir la nueva unidad -que llegará en un mes- se terminó en marzo. Planificación Federal prevé que en 2015 esté funcionando el “ciclo combinado”. Foto: Télam
La Central Termoeléctrica que funciona en el parque industrial se alimenta a gas aportando 280 Mw, y sumará 140 Mw más aprovechando el vapor de la unidad existente.
El hormigonado para recibir la nueva unidad -que llegará en un mes- se terminó en marzo. Planificación Federal prevé que en 2015 esté funcionando el “ciclo combinado”. Foto: Télam
De la redacción de El Litoral
DyN/Télam
La empresa Siemens embarcó en Hamburgo la segunda turbina -de vapor- que se integrará en la Central Termoeléctrica Brigadier López, que ya funciona en el Parque Industrial de Sauce Viejo a partir de una turbina a gas que puede ser alimentada alternativamente con combustible líquido. En el marco del Plan Energético Nacional, la nueva turbina permitirá que la central incorpore 140 Mw adicionales de capacidad de generación de energía. La usina ya cuenta en la actualidad con una turbina de 280 Mw, que está en funcionamiento desde agosto de 2012 y entrega energía a todo el país a través del Sistema Argentino de Interconexión (Sadi).
El emprendimiento que lleva adelante el Ministerio de Planificación permitirá alcanzar 420 megavatios sin aumentar el consumo de combustible, ya que la nueva unidad aprovecha el vapor que se genera en la turbina ya existente, significando una importante mejora en la eficiencia energética.
El pasado 15 de marzo se ejecutó el hormigonado de la base de la caldera, lográndose un hito muy importante dentro del programa para el cierre del ciclo de la central, requiriéndose más de 1.200 m3 de hormigón en una tarea que llevó más de 15 horas de trabajo continuo.
La obra implica una inversión total de 2.800 millones de pesos y 900 puestos de trabajo directo, para hacer posible esta ampliación de la capacidad, denominada cierre de ciclo, que mejorará el suministro en la región y permitirá el desarrollo de nuevas actividades productivas.
Durante una reciente visita a la central de Sorrento en Rosario, De Vido recordó que “en la provincia de Santa Fe, cuando nosotros asumimos en 2003, la única central de energía eléctrica que existía era ésta, que en un estado calamitoso generaba 60 Mw”.
El funcionario resaltó que con la modernización de esa usina vecina al estadio de Rosario Central, más las nuevas centrales San Martín en Timbúes y Brigadier López en Santa Fe, la provincia tiene 1.500 Mw de respaldo, 2.200 Mw de pico; y va a tener, antes de que concluya la gestión de Cristina Kirchner, 2.300 Mw de respaldo, “que son más que lo que consume toda la provincia”.
Cabe destacar que la ampliación de la central Generación Rosario demanda una inversión total de 255 millones de pesos, que se realizará dentro del Plan de Acuerdo de Generadores 2.
El dato Dualidad La turbina que ya funciona se alimenta a gas natural pero puede alimentarse a gasoil cuando el gobierno prioriza -en invierno- el consumo domiciliario del gas por redes. Las obras en la central incluyeron por eso un gasoducto y un muelle sobre el río Coronda, para que lleguen por allí las embarcaciones con el combustible líquido. La usina consume en esta modalidad el equivalente de hasta 60 camiones cisterna por día, lo que explica la conveniencia de que esa provisión llegue por vía fluvial.
Biodiésel El Frente para la Victoria buscará mañana emitir dictamen en Diputados para el proyecto de ley que exime al biodiésel de impuestos internos. La bancada que conduce la bonaerense Juliana Di Tullio prevé votarlo el miércoles 14, en el recinto de la Cámara Baja. La iniciativa elimina para el biodiésel la alícuota del 22% (Ley 26.028) y exime otro 19 % que grava los combustibles líquidos. El proyecto fue anunciado por la presidente Cristina Fernández para minimizar la importación de gasoil destinado a la generación de energía y como forma de compensar la crisis de las fábricas de biodiésel, instaladas en su mayoría en Santa Fe. Tras la expropiación de la mayoría accionaria de YPF a Repsol, España impulsó como represalia medidas de restricción para el biocombustible argentino, que fue excluido así del mercado del viejo continente por dumping. La Cancillería apeló ante la Organización Mundial de Comercio, pero el proceso llevaría no menos de 3 años. La Cámara Argentina de Biocombustibles reclamó eliminar las retenciones, para encontrar nuevos mercados internacionales “competitivos”. Pero la Casa Rosada sólo consintió desgravar el mercado interno, cuya capacidad no compensa la paralización de las industrias que ahora padecen gran capacidad ociosa.