El Litoral | economia@ellitoral.com
Según fuentes oficiales, el objetivo es lograr un acuerdo técnico base para que el 15 lo trate el directorio del Fondo.
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La corrida cambiaria todavía se siente y la suave pero constante suba del dólar de la última semana -que lo dejó en ,56, un pico en la era Macri-, muestran que la paz cambiaria es precaria. Por eso, quizás, el gobierno intentará jugar lo más rápido posible la carta con la que buscará dar vuelta la página de la inestabilidad financiera: el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según destacan varias publicaciones porteñas, en las últimas horas, dos novedades llegaron desde quienes tienen contactos con la negociación: una, que es posible que esta semana se cierre el acuerdo técnico, para lo que podría viajar el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne en las próximas horas; la otra, que el monto del acuerdo podría rondar los U$S 45 mil millones.
Como se informó, desde la semana pasada, un equipo del gobierno integrado por Guido Sandleris, jefe de Gabinete de asesores; Rodrigo Pena, subsecretario de Presupuesto, y Santiago Bausili, subsecretario de Financiamiento, avanza en el diálogo con los técnicos del organismo que preside la francesa Christine Lagarde y tiene a cargo de la misión argentina al italiano Roberto Cardarelli. Según trascendió, la idea de ambas partes sería tener para esta semana, a más tardar el miércoles, una base del acuerdo técnico cerrado.
De esta forma, el programa podría ser tratado en la reunión del directorio del organismo del 15 de junio, es decir, el viernes de la otra semana, con lo que podría quedar aprobado antes del próximo vencimiento de las Lebacs que debe pagar o renovar el Banco Central, previsto para el 21 de este mes.
Aún así, ni el Ministerio de Hacienda ni el organismo internacional confirmaron o desmintieron este cronograma. “Los tiempos se están dando como dijimos”, se limitaron a decir cerca del ministro Dujovne. Lo cierto es que la del 15 de junio es la última reunión del board antes de un receso.
Estrategia
En tanto, el presidente Macri aseguró la semana pasada que el acuerdo con el organismo llegará “en los próximos días”. La estrategia oficial es acelerar el entendimiento que asegure el financiamiento para el país hasta final del 2019, en un contexto en el que siguen saliendo capitales de países emergentes, se prevé una suba de tasas más rápido que antes y, sobre todo, la Argentina está más expuesta que el resto por sus elevados déficits fiscal y de cuenta corriente.
Otra cuestión a tener en cuenta es que Argentina está negociando un “acuerdo stand by de alto acceso”, como los que tienen en la actualidad Iraq, Kenia o Jamaica. Se trata de un fondeo preventivo que eventualmente la Argentina podrá usar, que tiene condicionalidades y revisiones trimestrales.
Se estima que por lo que establecen los estatutos del Fondo, el staff recomendaría entre entre seis y siete veces la cuota que aporta al organismo, que ronda los U$S 4.500 millones. Es decir, que podría tener acceso a financiamiento por entre U$S 26 y U$S 30 mil millones de dólares y no más. Sin embargo, cerca de la negociación se empezó a hablar de un monto similar a los U$S 45 mil. Para muchos analistas, se trata de una cifra que debería ser aprobada políticamente por el board y “no es lo que le corresponde a un país como la Argentina”.
Ayuda de tres bancos
Integrantes del equipo económico estuvieron hasta la semana que finalizó en Washington negociando el sostén principal de ese paraguas financiero: un crédito stand by del Fondo Monetario, que incluye conversaciones con el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Corporación Andina de Fomento-Banco de Desarrollo de América Latina.
La entrada de dólares frescos procurará enviar una señal fuerte al mercado para contrarrestar el mal humor que hay con la Argentina. Un estudio del viernes del Instituto para las Finanzas Internacionales con sede en Washington, señaló que los bonos argentinos fueron los más castigados en el mundo emergente en estos dos meses. De ahí que uno de los puntos clave de la negociación pasaría por conseguir un primer desembolso rápido. De ese modo, el gobierno despejaría las dudas sobre el horizonte de cara a las elecciones 2019, algo que los inversores empezaron a monitorear más de cerca en las últimas horas.
Las necesidades de financiamiento para lo que resta el año, según una estimación de Eco Go, son U$S 3.701 millones. Y U$S 26.413 millones para el próximo. Aunque en Finanzas sostienen que el gap financiero de 2019 se achicaría -de los U$S 26.000 millones- por el ajuste fiscal.
Los riesgos
El año próximo la meta fiscal rondaría 1,5% del PBI. Argentina se comprometería a seguir corrigiendo la cuenta de subsidios en 2019 y otros precios como consecuencia del desequilibrio fiscal y el reacomodamiento del dólar de estas últimas semanas.