El foco de atención se centra en la descongelación de un impuesto clave que incide directamente en el precio de la nafta y el gasoil. Este ajuste, que comenzará a aplicarse a partir del primero de febrero, se espera que resulte en un aumento adicional en los surtidores.
La medida afecta dos tributos fundamentales: el Impuesto al Combustible Líquido (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Según estimaciones de la industria petrolera, estos impuestos no fueron actualizados desde julio de 2021, lo que generó un preocupante atraso acumulado del 377%. El congelamiento de estos tributos fue implementado en medio de la aceleración de la inflación y unos días antes de la segunda vuelta electoral, bajo la administración del ministro de Economía, Sergio Massa.
El ICL y el IDC son elementos críticos en la estructura de precios de los combustibles en Argentina. Su descongelación desencadenó un análisis profundo por parte de las petroleras, que buscan determinar la magnitud de los incrementos que se aplicarán en los próximos meses. Tres variables principales influyen en estos cálculos: la devaluación del tipo de cambio oficial, el precio del barril Brent y el precio de paridad de importación. En conjunto, se espera que estos factores resulten en un aumento en el precio de la nafta y el gasoil que oscilará entre el 10% y el 15% a partir del 1 de febrero.
Se espera un nuevo aumento en el combustible. Créditos: Manuel Fabatia
Los impuestos al combustible deberían actualizarse periódicamente según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Sin embargo, desde mediados de 2021, estos impuestos se han prorrogado ininterrumpidamente, y el último congelamiento está programado para vencer este jueves.
La Secretaría de Energía, a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo, expresó su expectativa de que el proceso de "sinceramiento" en el precio de los combustibles se realice de manera gradual. Tras los fuertes incrementos acumulados en los últimos meses, se busca recomponer el ICL en proporción a solo una parte del retraso, lo que se traduciría en un aumento estimado entre el 3% y el 5%, dependiendo de la bandera. Este enfoque implica la recomposición de tres a cinco de los nueve trimestres en los que el tributo estuvo congelado. La posibilidad de recuperar los períodos restantes no surgirá hasta mayo.
El Ejecutivo prevé un incremento gradual del tributo que estaba congelado desde 2021.
La historia del congelamiento
El congelamiento del ICL en medio de la aceleración inflacionaria marcó un momento crucial en la política económica del Gobierno de Alberto Fernández. La medida, originalmente destinada a contener los precios y aliviar la presión sobre los consumidores, ahora enfrenta desafíos económicos y fiscales emergentes.
La inflación, un problema persistente, que erosiona el poder adquisitivo de los ciudadanos, mientras que la acumulación de un atraso del 377% en la actualización del ICL representa una carga significativa para la industria petrolera. Expertos señalan que el congelamiento, aunque inicialmente pudo haber ofrecido alivio, ahora se presenta como una solución insostenible en el largo plazo.
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