El Secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, advirtió que en la política del gobierno nacional, el gas será el "combustible de la transición energética". El neuquino -su provincia produce la mitad de ese hidrocarburífero- defendió un "proyecto fantasma" para biocombustibles, que reduciría el corte del biodiésel de soja de las grandes empresas (muchas de ellas santafesinas) que se mezcla con el gasoil de los surtidores.
Martínez ofreció un informe a la comisión de Energía de la Cámara de Diputados de la Nación, que hacía más de un año que no se reunía. Quedó en claro allí que el oficialismo no respaldará la media sanción del Senado, que por unanimidad en octubre pasado decidió prorrogar la ley 26093 de promoción de biocombustibles, impulsada por Néstor Kirchner en 2006, que vence el 12 de mayo de este año. Fue a instancias de la santafesina kirchnerista María de los Ángeles Sacnun.
La ley establece cortes del 5% con etanol de azúcar o maíz en las naftas y con biodiésel para el gasoil que se expende en los surtidores del país. "En 25 años un motor a combustión va a estar cuestionado; va a pasar y hay que tenerlo en cuenta", dijo el funcionario nacional. Argumentó que el gas supone menor emisión de Co2, plantea precios más baratos que combustibles líquidos derivados del petróleo y posee mayor eficiencia calórica tanto en GNP como GNL y GNC. Para Martínez la nueva norma debe observar la irrupción de la electromovilidad y el país tiene que advertir que el hidrógeno será otro actor central del nuevo escenario energético mundial.
"El objetivo del gobierno nacional es un esquema con la mayor sinergia, siempre mirando puestos de trabajo, el impacto medioambiental y el desarrollo de vecinos y vecinas", ensayó. También defendió los nuevos precios sostén hasta mayo tanto para etanol como para biodiésel, y las subas por resolución de los cortes hasta 12% en el caso de etanol y hasta 8,4 en el futuro inmediato del biodiésel.
El funcionario nacional -que no dejó una copa del proyecto a los legisladores- dejó en claro que respetará la participación del etanol con base al azúcar, porque se trata de un producto que a diferencia de la soja o el maíz "no tiene mercado internacional". También advirtió la necesidad de diferenciar "empresas integradas de grandes grupos respecto de sectores que no tienen capacidad financiera".
"Bajar el corte es ir en contra de la tendencia mundial; genera desinversión, desempleo y más contaminación". Luis Zubizarreta, de la Cámara Argentina de Biocombustibles (reúne a grandes firmas nacionales y multinacionales de biodiésel a partir de la soja) reclamó ratificar la media sanción del Senado, que propone proseguir con la norma vigente, para dar tiempo a "debatir una ley superadora".
El directivo dijo que en el mundo hay "modelos a imitar" que "funcionan con un Estado velando por los intereses del consumidor, generando competencia que les permita comprar calidad a menor precio y apuntando a mitigar el impacto negativo de combustibles fósiles".
Dijo que una nueva ley "debe tener en cuenta todo lo bueno que sucedió y hacer correcciones", y defendió la iniciativa de la liga de provincias "que plantea soluciones". Coincidió en la necesidad de "preservar a empresas de baja capacidad de competencia y diferenciar a la cadena del etanol, y ensayó la posibilidad de un mercado con "un tramo con mayor desregulación para que la industria con más escala compita libremente en beneficio del consumidor", pero "sin discriminar empresas por ser eficientes y vender a menor precios". Sugirió en esa línea introducir "impuestos al carbón por ahorro de emisiones y utilizar esos fondos en la transición".
Fue lo que reclamó el radical Fabio Quetglas (UCR) para no generar "vulnerabilidad" en el sistema energético. Explicó en réplica al secretario de Energía de la Nación que "la relación de energía y desarrollo es estrecha; estamos en varias transiciones, no sólo en una", en la que se juegan "los modos de generación, de consumo y el conocimiento. Un panel de energía solar captura hoy más energía que hace 30 años; el sendero de aumento de eficiencia es posible si tenemos una industria de biocombustibles", insistió, por lo que sugirió analizar las complejidades en precios, plazos, escalas, Ciencia y tecnología y en quien genera conocimiento que se transfiere al sector. "Hay un montón de temas: fiscalidad, federalismo, empleo... me pregunto si no es sapiente aceptar la prórroga que viene del senado".
Cleri contra las más grandes
El santafesino Marcos Cleri (Frente de Todos) planteó que hay tiempo para la nueva ley (la vigente vende el 12 de mayo) y el "consenso en base al borrador que está circulando". Esbozó cortes diferenciales para el etanol de azúcar y maíz de Pymes respecto de las grandes firmas (Pro Maíz y ACA Bio) y cuestionó la "maximización de ganancias" de las 7 grandes plantas sojeras que aportan al biodiésel y acaparan la exportación a Europa, mediante un convenio que no detalló.
"Fueron las grandes beneficiadas", dijo respecto de la ley 26093. Habló de exportaciones a Holanda, Bélgica y Malta, a la que calificó como paraíso fiscal. Pidió consenso para beneficiar a las Pymes y defendió el criterio para que la nueva norma les garantice "mercado, precio, cupo y autoridad de aplicación".
El diputado Germán Martínez (FDT Santa Fe) respaldó los "esfuerzos de Marcos Cleri para acercar posiciones" y advirtió que el consenso "no tiene por qué ser unanimidad".
Federico Pucciarello, de la Cámara de Energías Renovables de la Provincia de Santa Fe, agradeció la iniciativa de Marcos Cleri y ratificó que "siempre buscamos una nueva ley que de previsibilidad". Dijo que "debe ser una ley de consenso" aunque el borrador nunca fue presentado a la comisión de Diputados.
"La vaca viva debe convivir con la vaca muerta; es a lo que apunta esta ley, lo vemos con buenos ojos", insistió el directivo sobre un texto no conocido. Insistió en que la 20693 "fue una excelente ley pero hay que aggiornarla" para "defender el agregado de valor de recursos naturales
"Celebro y admiro que un diputado como Máximo Kirchner defienda principios para crear, generar y volver a invertir en el país", dijo. Y reclamó: "basta de exportar sólo materias primas". Pucciarello señaló que "exportamos glicerina e importamos bioplásticos".
Juan Facciano, de la Cámara Santafesina de Energías Renovables, señaló que en Santa Fe "hay plantas donde antes nunca había industrias" y dijo que "cuando hablamos de agregar valor nos referimos a esto: 100 % renovable y nacional. Como dijo Cleri, es el inicio de una hoja de ruta".