El proyecto del Frente de Todos ahorra 13% del costo laboral de alguien que pasa del plan al trabajo. Pero demanda inversiones de capacitación y no despeja costos por conflictos, según un análisis de Idesa.
“Mientras no se modernicen las instituciones laborales, el fracaso seguirá asegurado”, señala Idesa sobre el proyecto de Sergio Massa para convertir planes en trabajo genuino. “Desde hace 30 años se vienen aplicando reducciones transitorias en los costos laborales para alentar el empleo. En los ‘90 se denominaron ‘modalidades promovidas’, en el anterior gobierno ‘Empalme’”.
El Instituto para el Desarrollo Social Argentino, que preside el economista Jorge Collina, señaló que el nuevo proyecto “se anuncia como una exención del 100% de las contribuciones patronales por 2 años más la posibilidad de tomar por 1 año el monto del plan como parte del salario.
“En el texto del proyecto -analiza- se especifica que el descuento es solo sobre las contribuciones patronales al SIPA –no incluye asignaciones familiares, desempleo, obra social, ART y cargas sindicales– y está topeado en 2 salarios mínimos. Además, tiene que implicar aumento de planta, no se puede tener empleados no registrados (por eso la ley contempla un blanqueo laboral) y hay que estar al día con el pago de las cargas sociales”.
Recuerda Idesa que el programa Empalme de 2017 tenía objetivos y diseños parecidos. “La diferencia principal es que permitía tomar como parte del salario 2 años de plan, pero en sentido contrario no contemplaba exenciones sobre contribuciones patronales. Esta iniciativa del gobierno de Macri fue un rotundo fracaso”.
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Respecto de la suerte que correría la iniciativa de Massa, observa Idesa que “suponiendo un empleador que toma un beneficiario de plan asistencial por 2 años (lo que dura la exención) a un sueldo de 2 salarios mínimos ($ 64.000)”, el trabajador “le genera un costo laboral total en concepto de salarios, cargas sociales e indemnización por despido de $ 2,8 millones a precios actuales”, mientras que “el beneficio del ‘Puente al Empleo’ de 1 año de subsidio al salario (con el plan) y la exención de contribuciones por 2 años ascendería a $ 360 mil a precios actuales.
“Esto implica que el incentivo para el empleador que contrate un beneficiario de plan asistencial sería un ahorro del 13% del costo laboral total. Estos datos muestran que tomar un beneficiario de plan asistencial reduce un 13% el costo laboral. Este cálculo sólo computa el costo monetario directo de la relación laboral”.
Pero advierte el informe que “faltan considerar los costos de aprendizaje, adaptación al entorno de trabajo, trámites burocráticos y eventuales conflictos o demandas judiciales. Dado que los beneficiarios de planes asistenciales tienen bajos niveles de educación y carecen de experiencia laboral relevante, es altamente probable que el programa del gobierno fracase” una vez más''.
Recuerda Idesa que desde la ley Nacional de Empleo de 1991 se implementan sistemas similares que no logran éxitos. “La razón es que, con inestabilidad macroeconómica e instituciones laborales muy distorsivas, una reducción transitoria de costos laborales resulta un incentivo irrelevante para los empleadores, especialmente cuando se trata de personas con bajos niveles de calificación”.