"Nuestro país cuenta con disponibilidad de materia prima y capacidad de producción de biodiésel para sustituir más de 1 millón de toneladas de importaciones de gasoil, con un producto 100% de fabricación nacional".
En medio de la crisis global que afecta surtidores y amenaza el suministro de gas, las Bolsas de Cereales y Comercio le hacen una propuesta concreta al gobierno nacional para sustituir 1 millón de toneladas de combustible importado, ahorrando divisas, generando empleo y bajando la contaminación.
"Nuestro país cuenta con disponibilidad de materia prima y capacidad de producción de biodiésel para sustituir más de 1 millón de toneladas de importaciones de gasoil, con un producto 100% de fabricación nacional".
Un contundente documento de las Bolsas de Cereales y de Comercio (Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Córdoba, Chaco, Bahía Blanca y Entre Ríos), proponen a las autoridades nacionales "establecer por norma que, más allá del corte obligatorio vigente del 5%, las empresas mezcladoras podrán usar biodiésel hasta un máximo del 20%.
"Este adicional deberá ser consecuencia de mercado libre de oferta y demanda en la que podrán participar todas las empresas productoras de registradas en Argentina, de manera de asegurar el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de calidad y precio para el consumidor".
La nota es una estocada a la ley de biocombustibles que impulsó Máximo Kirchner y gestionó el santafesino Marcos Cleri en el Congreso, que puso fin a la promoción del sector para favorecer a los hidrocarburos. Las entidades piden una "norma" porque no quieren ser sólo bomberos en la emergencia.
"Vamos a ir al gobierno nacional juntos, todas las entidades y las empresas", dijo un directivo de las empresas santafesinas del sector cuando El Litoral advirtió que el problema es convencer al secretario de Energía, Darío Martínez, quien afirmó en el Congreso que el combustible de "transición" en la Argentina es el gas. "No queremos tener una ventana de provisión de cuatro meses", explicó el directivo.
El lunes en Rosario, el ministro de la producción Daniel Costamagna, el secretario de Industria Claudio Mossuz, la Federación Industrial de Santa Fe y los empresarios se reunirán para definir una estrategia específica, al menos en lo que atañe a las pequeñas empresas extrusoras que quedaron afectadas por la ley kirchnerista que perjudicó en especial a Santa Fe y Córdoba.
Para las Bolsas, "la agroindustria argentina está en condiciones de responder a este importante desafío a través de una sustitución rápida de importaciones de combustibles utilizando los biocombustibles.
"Nuestro país -señalaron- puede alcanzar 3,9 millones de toneladas de producción de biodiésel, concentradas principalmente en la provincia de Santa Fe, donde se integran con las empresas de molienda de soja".
Recuerdan en el documento que "en la actualidad, este importante sector industrial tiene casi un 60% de capacidad productiva ociosa. Los estándares vigentes para la producción de biodiésel establecidos para un corte del 10% y las experiencias en su uso puro, muestran el potencial técnico del producto para sustituir al gasoil en el transporte".
Del ocio al agregado de valor
Tras señalar que el 60% de la capacidad industrial está sin uso, el documento recuerda que "debido a la profunda trama de actividades que desarrolla el sector de los biocombustibles en el interior del país, una mayor producción tendría un aporte muy importante al desempeño de la actividad económica y la generación de valor.
"Se trata, entre otras cosas, de un rubro dinámico en la generación de empleo y exportaciones genuinas. Una mayor utilización de redundaría también en un importante aporte a la salud de las cuentas fiscales, dada la sustitución de importaciones que traería aparejada".
Nuestro país cuenta con disponibilidad de materia prima y capacidad de producción de para sustituir más de 1 millón de toneladas de importaciones de gasoil, con un producto 100% de fabricación nacional.
Es por lo expuesto que las Bolsas de Cereales y de Comercio abajo firmantes, proponen a las autoridades nacionales establecer por norma que, más allá del corte obligatorio vigente del 5%, las empresas mezcladoras podrán usar hasta un máximo del 20%.
Este adicional deberá ser consecuencia de mercado libre de oferta y demanda en la que podrán participar todas las empresas productoras de registradas en Argentina, de manera de asegurar el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de calidad y precio para el consumidor.
Efecto Putin
"El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha generado efectos disruptivos en los mercados energéticos –especialmente gas y petróleo– y de insumos agrícolas. La significativa suba de precios internacionales plantea desafíos a los países importadores netos como la Argentina".
El documento de las Bolsas señala que "los aumentos en estos productos ya han impactado en precios de fertilizantes (la urea se produce desde el gas) y se prevé que lo hagan a lo largo de este año también en los combustibles".
Refiriendo a cálculos de las consultoras, estiman que "a valores actuales de energía, Argentina deberá importar aproximadamente unos 13.500 millones de dólares durante el 2022 entre GNL, gas de Bolivia, gasoil y fuel oil para usinas y transporte, y naftas para vehículos, concentrados principalmente entre mayo y septiembre.
"Esta situación -dicen- se puede agravar según la evolución del conflicto en el Mar Negro que, ante la posibilidad extenderse en el tiempo, podría provocar desabastecimiento de energía a nivel mundial y una puja entre los diversos países importadores".
Transporte público
Recuerda el documento que "se cuenta con experiencias exitosas del uso del biodiésel puro B100 en flotas de camiones y de transporte de pasajeros. En este sentido, incrementar la utilización de fuentes de energía renovables producirá beneficios para el medio ambiente y la salud humana.
Menor contaminación
"Dado el compromiso de Argentina de avanzar en la reducción de Gases de Efecto Invernadero -dice la nota de las entidades- y alcanzar la carbono neutralidad hacia 2050, este factor no debe soslayarse.