Ayer, los alumnos del turno tarde de la escuela Nº 262 República Argentina, ubicada en Angel Cassanello 2249, decidieron no ingresar al establecimiento en protesta por la pésima situación edilicia que padecen, la que se ve agravada estos días por las altas temperaturas.
“No tenemos ventiladores y al mediodía las aulas se convierten en un verdadero horno”, dijo Jonatan Rojas, presidente del Centro de Estudiantes, quien aseguró que no desistirán de la medida de protesta hasta tanto “nos den soluciones”.
Para hacerse sentir, los alumnos de esta secundaria protagonizaron una sentada frente al edificio escolar y cortaron la calle con bancos que ubicaron en la esquina. En carteles, plasmaron el motivo de su enojo: “¡Por un edificio digno!”.
Esta mañana, sus compañeros del otro turno decidieron sumarse al reclamo y tampoco entraron a la escuela. “Los entendemos porque hace mucho calor y los chicos y docentes están trabajando en condiciones deplorables”, manifestó la directora Patricia Concettoni.
Si bien ya recibieron el compromiso oficial de que la escuela recibirá ventiladores, la directora indicó que “este será sólo un paliativo porque el problema de fondo es que el edificio no da más, la cooperadora escolar no da abasto para emparchar lo que se va rompiendo”.
Advirtió que si en noviembre es insoportable el calor en el establecimiento, el mes de diciembre va a ser peor. Por ende, sin medias tintas, dijo que en esa escuela los alumnos que aprueben el año no irán a clases hasta el 12 de diciembre, como estipula el Ministerio de Educación. “Seguiremos trabajando sólo con los que tienen que rendir materias y recuperar contenidos”, advirtió Concenttoni.
Deficiencias graves
La sede principal de la escuela República Argentina es un pequeño y precario edificio de finales de siglo XIX, con pedido de demolición desde 1980, cuando aún pertenecía a la escuela Stephenson.
El local posee paredes rotas, aulas enjutas sin ventiladores y techos dañados por las filtraciones. Para llegar a los salones del primer piso se cuenta con una sola escalera con deficiencias estructurales y los baños no sólo son escasos para la cantidad de alumnos, sino que no poseen ventilación y se encuentran en muy malas condiciones.
Todo esto se agrava con la falta de agua a raíz de que las cañerías están obsoletas.
En toda escuela la hora del recreo es el momento de distracción y descanso en un ambiente agradable y adecuado, pero en esta institución no se cuenta con ese espacio ya que sólo existe una galería de cemento de muy pocos metros cuadrados, insuficiente para toda la población escolar.
Por si fuera poco, la matrícula de 850 chicos funciona dividida en varios edificios, uno de los cuales es el anexo ubicado en avenida Galicia y Las Heras, y hacen educación física en los locales que consiguen.