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El ataque sufrido por la diputada laborista británica y europeísta Jo Cox, que murió hoy a causa de las heridas recibidas en un ataque a tiros tras un acto de campaña, se suma a la lista de políticos agredidos durante actos electorales.
En los últimos 35 años tres diputados británicos murieron en ataques políticos, mientras que un cuarto resultó herido.
En 1984 el conservador Sir Anthony George Berry falleció cuando la guerrilla norirlandesa IRA puso una bomba en un hotel de la ciudad de Brighton durante una conferencia del partido. Seis años después, la misma guerrilla separatista mató al parlamentario conservador Ian Reginald Edward Gow, tras colocar una bomba bajo su auto, afuera de su casa.
Una década después, en el año 2000, el diputado Liberal Demócrata Nigel Jones y su asesor Andrew Pennington fueron atacados por un hombre con una espada durante una de las tradicionales reuniones que los legisladores mantienen con ciudadanos de sus distritos. Pennington murió y Jones resultó herido en el ataque en Cheltenham, Inglaterra.
Finalmente en 2010 un joven estudiante acuchilló a un diputado laborista, Stephen Timms. El legislador sobrevivió y el atacante, Roshonara Choudhry, el primer simpatizante de Al Qaeda que intentó un asesinato político en ese país, cumple una pena de cadena perpetua en la cárcel.
Este tipo de asesinatos políticos tampoco son una novedad para Europa. En 2003 la canciller sueca, Anna Lindh, fue apuñalada en una tienda cuando hacía campaña a favor de que su país adopte el euro como moneda nacional. Por respeto a su memoria, todos los partidos aceptaron retrasar el referéndum, en el que finalmente ganó el ’no’.
En ese mismo país, el primer ministro Olof Palme fue asesinado en plena calle por un desconocido en 1986 cuando salía del cine con su esposa, en uno de los casos más misteriosos de los últimos tiempos.
En Holanda, en tanto, el político ultraderechista Pim Fortuyn fue asesinado en 2002 por un disparo a quemarropa realizado por el ecologista radical Volkert van der Graff durante la campaña electoral holandesa de ese año. El autor del ataque fue condenado a 18 años de cárcel, recordó la agencia de noticias EFE.
En Estados Unidos, por su parte, en 2011 la entonces congresista Gabrielle Giffords recibió un disparo durante un ataque en un acto electoral en Tucson, Arizona, cometido por Jared Lee Louaghner, en el que también murieron seis personas y 12 resultaron heridas. El atacante fue condenado a cadena perpetua en una prisión federal estadounidense.
En menor medida, otros líderes fueron blanco de agresiones menores, como el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush que en 2008 sufrió un intento de agresión en Irak por parte de un periodista que le arrojó un zapato (símbolo de desprecio) y le grito ‘perro‘. El atacante fue condenado a nueve años en la cárcel.
Ese mismo método empleó en febrero de 2010 un activista kurdo sobre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante una visita a Sevilla, en España. Si bien el zapato no impactó sobre el líder turco, el atacante fue condenado a 33 meses en la prisión y posteriormente indultado.
En Italia, en diciembre de 2009 el primer ministro Silvio Berlusconi fue agredido en la cara al término de un encuentro político por un hombre, identificado como Massimo Tartaglia, de 42 años y sin antecedentes penales.
En abril de 2011, al presidente alemán Christian Wulff y al primer ministro de Hesse, Volker Bouffier, les lanzaron huevos mientras se dirigían a pie a la alcaldía de la ciudad de Wiesbaden, capital de ese estado federado.
En marzo de 2012, un hombre le lanzó una tarta a la ex presidenta de la Confederación Helvética, Micheline Calmy-Rey, a su salida del Festival de Cine de Derechos Humanos en Ginebra y, en septiembre de ese año, un estudiante que se manifestaba contra el gobierno belga también le tiró una tarta al entonces primer ministro, el socialista Elio di Rupo.
En diciembre del año pasado, el presidente en funciones del gobierno de España, Mariano Rajoy, fue agredido durante un acto electoral en Pontevedra, al noroeste del país, por un joven de 16 años.