Luego de un informe preliminar que rechazara el lugar propuesto para la instalación del relleno sanitario, diversos organismos oficiales presentaron los análisis técnicos complementarios requeridos que avalan la instalación. La empresa Milicic SA, ganadora de la licitación pública, propuso otras ocho radicaciones posibles, pero fueron descartadas, a excepción de la original.
Una de las condiciones para la instalación del nuevo basural era la aprobación de un estudio de impacto ambiental, que la empresa concesionaria le encargó a la UNL. El informe, presentado en mayo de 2006, fue rechazado en primera instancia por los técnicos de la Secretaría de Medio Ambiente, quienes lo fueron aceptando a medida que la empresa completaba la información faltante.
Desde la Secretaría de Medio Ambiente sostienen que no hubo un cambio radical en la evaluación, sino que comenzaron a llegar los estudios que hacen viable el traslado del basural al noroeste de la ciudad.
Si bien los terrenos ocupan parte del valle de inundación y están fuera del anillo de defensa, su instalación "no obstaculizaría el natural escurrimiento de las aguas, siendo aceptable además el nivel de riesgo asumido respecto de la inundabilidad", expresa un informe, con fecha del 17 de octubre del año pasado, realizado por el Ministerio de Asuntos Hídricos de la provincia, y está enmarcado en la ley N° 11.730, que impide la instalación de cualquier obra en terrenos inundables, salvo que no interfiera en el normal escurrimiento de las aguas. El relevamiento del MAH fue una pieza determinante a la hora de aceptar el anteproyecto.