El arquitecto Oscar Ezcurra reconoció que a pesar de tener “el apoyo global de casi todos los afiliados” de la Caja de Ingenieros, “lamentablemente, se dieron situaciones en las que un tema que se pudo resolver con diálogo hacia adentro termina mediatizado”.
Desde ese entonces, Ezcurra es víctima de una campaña de desprestigio anónima que incluye al arquitecto Amaro Busatto y el Ing. Agrónomo Gerardo Severín. Los panfletos, de casi un metro de alto, fueron pegados en las cercanías de los lugares de trabajo, instituciones y empresas a los que concurren tanto ellos como sus respectivas familias, pretendiendo generarles vergüenza frente a la sociedad.