Desde la delegación Rosario de la Cámara de la Construcción, su vicepresidente Franco Gagliardo se mostró cauto frente a la propuesta del gobierno de pagar a los contratistas con cheques de pago diferido. “No podemos salir a rechazarlo desde la Cámara porque hay empresas que lo necesitan y entonces estaríamos manifestándonos en contra de sus intereses.
Pero igual creemos que van a tener un perjuicio económico. Hay muchas que necesitan de capital para pagar los gastos corrientes y por eso estamos liberando a que cada empresa haga lo que pueda. Igual creemos que debería haber algún tipo de reconocimiento de los intereses y sería muy importante que se reconozca el total de la deuda por determinaciones de precios que hoy no se están considerando”, afirmó Gagliardo.
El constructor introdujo otro ítem al debate: qué va a pasar con la obra que actualmente está en ejecución. Es que el anuncio oficial es la cancelación de deuda contraída desde noviembre de 2011 hasta marzo de este año, en tanto que nada se sabe aun de lo que sucederá con los trabajos que, a cuentagotas, se están llevando adelante desde abril. “Con los pagos de certificados de abril en adelante todavía no hay definiciones, las empresas no saben cuándo van a cobrar lo que han invertido en junio. Esa sensación de incertidumbre provoca que se genere la paralización casi total de la obra pública”, manifestó.